Hablamos de la película de animación Batman Soul of the Dragon, parte del DC Universe Movie. Un film donde el cruzado de la capa se adentrará en el mundo de las artes marciales de los años 70.

Cuando Warner España pasa de los fans.
Antes de hablar de Batman Soul of the Dragon, un poco de contexto sobre la frase que ilustra la cabecera. Porque no se puede decir más alto ni más claro. Ya que posiblemente las últimas películas animadas de DC que aparecieron en nuestro país en formato doméstico a la venta, fueron la de «La Muerte de Superman: Parte Uno» y El Escuadrón Suicida: Consecuencias Infernales, en el año 2018. Con lo que hemos sido huérfanos de otras como Superman: Hijo Rojo, Batman: El Largo Halloween, Batman: Silencio, la que nos ocupa en esta reseña o la que aparecerá próximamente «Injustice» (ver trailer más abajo). Aparte de muchas otras. Con lo que es evidente que quedan dos opciones para ver las susodichas. Una la de hacer de Jack Sparrow y otra la de intentar conseguirlas en el mercado extranjero. Con suerte si tiene subtítulos en castellano o si dominas otros idiomas.
Por otra parte habrá que ver qué pasa con la llegada de HBO MAX a España. Ya que la subida de precio (obvia, no nos llevemos a engaño) tendrá que venir con una serie de reclamos para que dicho aumento sea lógico. Algo que pasó con Disney+ cuando apareció STAR. Así que si dentro de lo que ofrece ahora (que más o menos está siendo su promoción de HBO MAX. Ilógico por otra parte) acabamos encontrándonos con su producción animada de DC, sería de gran alegría para los fans de Batman, Superman y compañía. Tanto en series como en películas que a día de hoy se siguen produciendo. Crucemos los dedos porque de momento no hay nada en firme, pero sería bastante absurdo que no aprovechasen eso para hacerle competencia a Disney y su catálogo Marvel.
Batman Soul of the Dragon, murcielagos y la esencia de Bruce Lee.
No hablamos de una película de Batman al uso. Es más, podríamos decir que la presencia de Batman, que no de Bruce Wayne, es hasta testimonial en gran parte del metraje. En Batman Soul of the Dragon, dirigida por Sam Liu y estrenada en el año 2021, podemos hablar de un reparto coral con una importancia muy bien repartida. Donde tanto la música, la ambientación y la música nos transporta a esos años 70 donde estaba muy de moda el género de las artes marciales. Incluso aquí uno de sus protagonistas es prácticamente un clon físicamente del mítico Bruce Lee.
Todo ello para ofrecer un disfrute de principio a fin y que llega a sorprender por lo que llega a ofrecer. Una acción que ya es marca de la casa por parte de este tipo de producciones y que funciona a las mil maravillas. Desde luego es sorprendente lo bien que funciona el llevar la historia a esos años donde Estados Unidos se había fijado en el cine asiático de artes marciales. Desarrollando películas y series (Kung-Fu o Green Hornet) de dicha temática. Aparte del vestuario y los cortes de pelo totalmente fieles a esa década.

Bruce Wayne. La instrucción y sus compañeros de armas.
Batman Soul of the Dragon, de una duración de ochenta y tres minutos, nos cuenta lo que sería la formación de Bruce Wayne en las artes marciales. Recordemos que el personaje tuvo unos años de instrucción de diversa índole que le iría formando para acabar siendo quien todos conocemos. El protector de Gotham. De ahí que nos encontremos con un primerizo personaje donde la derrota era algo asumible en su vida. Llegando a tener un Sensei y cinco compañeros más. Con los cuales iría entrenando hasta que cada uno de ellos fuese teniendo su propia vida. Todo ello alternándose en la película a través de varios Flash-Back. Ahondando más en la relación de cada uno de ellos a modo individual y de grupo.
Con Richard Dragon como detonante de la historia (prestando su voz el actor Mark Dacascos) y ampliando poco a poco el número de compañeros. Destacando sobremanera el de Lady Shiva, llenando la pantalla en cada una de sus apariciones. Divertido es incluso que el actor de doblaje de O-Sensei (quien les instruye) sea quien hacía de David Lo Pan en Golpe en la Pequeña China. Es decir, James Hong. Todo ello para enfrentarse a un enemigo del pasado que tienen que derrotar. Nada nuevo y al mismo tiempo acaba enganchando al espectador por la forma en que se narra.

Warner mantiene la seriedad y la violencia marca de la casa.
Es así, algo evidente desde hace mucho en sus producciones animadas. No le hacen ascos a las amputaciones, sangre o muertes cuando el momento lo requiere. Si bien saben que es un producto de animación se ve que el público al que va dirigido también es adulto. Lo cual es de agradecer. No es ni mucho menos «Invencible» donde ahí las cotas de violencia extrema ya es otro tema aparte, pero tampoco es lo que hace Disney (hay que nombrar a la competencia, que demonios) donde la mayoría de las veces parece que hacer algo más adulto es poco menos que un pecado inombrable.
En Batman Soul of the Dragon aunque hay muertes fuera de plano, no escatiman en amenazar a infantes si el momento lo requiere. O hacerse un Harakiri si a cambio consigues tu objetivo. Y ya si hablamos de Lady Shiva y su carácter (vuelvo a decir que es atrayente a más no poder) acaba quedando una película de lo más correcta. Con alguna que otra traición de por medio y un clímax final que dudo mucho que no satisfaga a quien haya disfrutado de la película hasta el momento. Volver a destacar que por desgracia este film sólo se puede adquirir por medio del formato extranjero o por medio piratescos. Una vez más, gracias Warner por dejarnos fuera del mundillo animado de DC. Esperemos que HBO Max subsane dicho error. Sería algo altamente positivo para los fans y su disfrute.

Batman: Soul of Dragon
NUESTRA NOTA - 80%
80%
Batman Setentero
Gran película de animación con el Caballero Oscuro ubicado en la década de los setenta. Donde las artes marciales tuvieron gran importancia en el séptimo arte. En esta ocasión ofreciendo una aventura entretenida y digna de su visualización.

Algunos devoran almas, otros hamburguesas, a mí me dio por los cómics a tierna edad y ahí sigo.
Igual leyendo a un hombre trepar paredes, blandir un martillo mágico, o ser un maestro del disfraz en una agencia secreta, lo que acababa en mis manos ahí iban mis ojos.