Panini Cómics nos trae dos números más del diablo guardián de Chip Zdarsky. Daredevil vuelve a su mejor versión retomando las tramas principales, pero recogiendo elementos interesantes del cruce con el macroevento “Rey de Negro”

El diablo conocido
Vuelve Daredevil. Vuelven las buenas historias. Vuelve la mujer sin miedo. Pasado el trámite de conexión con el evento editorial, Chip Zdarsky y Marco Checchetto retornan la serie a su cauce habitual, de donde nunca debió haber salido. Y lo hacen manteniendo el nivel habitual al que nos han acostumbrado tras tantos números. Recapitulemos brevemente cómo quedaron las piezas en el tablero antes del cruce con “Rey de Negro”, en el número dieciocho de la serie. Matt Murdock ha ingresado en prisión y se niega a escapar y a colaborar con Elektra en una misión a raíz del descubrimiento de un antiguo libro que desvela a una organización secreta milenaria que se opone a La Mano llamada El Puño.
A partir de esta negativa, Elektra toma el manto de Daredevil con una doble finalidad. Por un lado, para ganar su confianza y conseguir la ayuda que necesita para destruir a La Mano. Por otro lado, para huir definitivamente de la oscuridad y encontrar esa redención que parece que nunca acaba de culminar debido a la propia dualidad del personaje. Colocadas las fichas, analicemos más en profundidad estos dos nuevos números de la serie.

Los personajes rotos
Zdarsky reanuda la serie con uno de los números en los que más se enfatiza en el aspecto psicológico de los personajes. Hemos comentado más de una vez que el peso de los personajes es primordial en esta serie. Pues bien, este número viene a consagrarse como el epítome, el ejemplo por excelencia de que Zdarsky y compañía no hacen más que dar en la tecla. La colección frena y se toma un respiro para hacer hincapié en los problemas de cada uno de los protagonistas y antagonistas principales. Así, nos encontramos con un Matt Murdock que, desde su castigo autoinfligido, se empieza a cuestionar si realmente ha hecho lo correcto. Una Elektra, ahora nueva Daredevil que aún tiene que definirse a sí misma en su nuevo rol de justiciera.
En cuanto a los antagonistas, recuperamos, afortunadamente, a María Tifoidea. Un personaje muy tocado psicológicamente de siempre, pero que había logrado cierto equilibrio mental, y que tras lo sucedido en “Rey de Negro” ha vuelto a hundirse. Y por último tenemos a Wilson Fisk, el villano por excelencia de la serie. Un personaje al que se le ha dado mucha importancia desde el comienzo de la colección y que no la ha pasado nada bien. Sin embargo, parece que va a empezar a contraatacar de la única manera que sabe.

El retorno de Kingpin y una nueva incorporación para Daredevil
El guionista le había dado a Wilson Fisk un papel bastante protagonista al inicio de la serie, que luego perdió cierta importancia en favor de otros personajes. Con esta vuelta al ruedo del villano, Zdarsky muestra un gran manejo de las subtramas que va sembrando. Salvando las distancias y sin intención de comparar, es un aspecto que puede recordar, al menos de forma tangencial, a las historias río de Chris Claremont al frente de los mutantes. Tramas que se abren y se aparcan para luego ser retomadas cuando sea necesario para la historia. De esta forma, parece que Wilson Fisk harto de todo lo que ha sufrido en esta veintena de números, volverá a la primera línea de la serie.
Este número rescata un segundo elemento del cruce con “Rey de Negro”, aparte de las secuelas psicológicas que pueda tener María Tifoidea. Y no es otro que el personaje de Alice, la niña a la que rescató Elektra cuando cundió el caos en Nueva York. Su madre fue asesinada y ahora parece que, por el momento, se quedará como pupila de la nueva Daredevil. Así, Chip Zdarsky aprovecha lo que puede del cruce con el evento editorial para llevárselo a un terreno con mucha más enjundia.Estamos ante otro gran número de la serie, muy contenido y que explora el lado más humano de los personajes. Ya sean héroes o villanos, todos necesitan a alguien que se preocupe por ellos, porque no están bien.

Un nuevo arco para una vieja dupla de artistas
El primer número sirve para coger impulso y entrar con mucha fuerza en este nuevo arco, “cumpliendo condena”, donde empezamos a tratar otros elementos aparcados momentáneamente en el número anterior. Daredevil comienza a ser la mentora de Alice, con la que se identifica de forma evidente, a la vez que se nos da una muestra de los nuevos métodos que va a poner en práctica en la cocina del infierno frente a los matones de turno. Más acción también en lo referente a Matt Murdock que continua con su periplo en prisión. Pero lo verdaderamente novedoso es la nueva subtrama que se abre entre Izzy Libris, la actual Kingpin puesta a dedo por Wilson Fisk y que no aparecía desde el final de la primera parte de esta etapa, y Butch y Mike Murdock.
El hermano de nuestro abogado protagonista y este Butch, que resulta ser un hijo ilegítimo de Wilson Fisk, comienzan a orquestar una trama para derrocar a Libris como jefa del hampa. Una interesante nueva trama que se abre y que iremos viendo cómo se relaciona con lo ya planteado.Como vemos, el guionista continúa explorando los nuevos comienzos y consecuencias de los protagonistas en una serie que sigue siendo fiel a las bases del Daredevil moderno, más cerca del noir que de los superhéroes.En cuanto al apartado gráfico, volvemos con doble ración del mejor Marco Checchetto, acompañado del gran colorista Marcio Menyz, al que no siempre mencionamos, pero cuya labor es indispensable. Ya se nos acaban los calificativos, pero seguiremos comentando reseña tras reseña el nivel supremo de esta pareja, porque es una maravilla y porque no es lo corriente en el género de superhéroes de hoy en día.

Sobre la edición de Daredevil
Panini Comics edita estos dos números de Daredevil en su formato grapa habitual. En el interior papel y reproducción gráfica de máxima calidad. Como conclusión, breve sección final con los Spot On habituales a cargo de Julián Clemente. En la sección de extras destacan un par de artículos relacionados con la miniserie Longshot, de Ann Nocenti y Arthur Adams. Estos dos números se corresponden con los #28-29 de la edición original norteamericana.

Daredevil 21
Edita: Panini Comics
Editorial Original: Marvel Comics
Autor/es: Chip Zdarsky, Marco Checchetto
Páginas: 24
Tamaño: 16,8×25,8
Contiene: Daredevil 28
Formato: Grapas
Interior: Color
ISBN: 977000557500100021
Precio: 3€

Daredevil 22
Edita: Panini Comics
Editorial Original: Marvel Comics
Autor/es: Chip Zdarsky, Marco Checchetto
Páginas: 24
Tamaño: 16,8×25,8
Contiene: Daredevil 29
Formato: Grapas
Interior: Color
ISBN: 977000557500100022
Precio: 3€
Daredevil #21-22
NUESTRA NOTA - 86%
86%
El regreso
Tras los sucesos del cruce con el evento editorial, la serie retoma la normalidad y vuelve a mostrar la calidad habitual en todos los apartados.