Chip Zdarsky enfila la recta final de su saga en la cabecera del diablo guardián. Tres números donde priman la acción y se cierran tramas allanando el terreno para un último número especial.

El penúltimo capítulo del Daredevil de Zdarsky
La etapa de Daredevil de Chip Zdarsky se acerca a su inevitable final, aunque tiene pinta que no será más que un punto y seguido. Hablaremos de ello cuando llegue el momento. La cabecera ha sabido mantener durante toda la etapa una solidez cada vez más inusual en las largas series de superhéroes desde que arrancó en 2019. Sin embargo, la calidad que atesora la serie no le quita de pecar de los recursos facilones y manidos vistos mil veces en Marvel. Pero, antes de meternos de lleno, recordemos muy brevemente lo último que ocurrió en la serie. Básicamente, la colección baila sobre tres tramas. Por un lado, la parte carcelaria de Matt Murdock.
Nuestro abogado se ha dado cuenta de que algo raro ocurre y está tirando del hilo. Por otro lado, Elektra sigue siendo Daredevil y se ha topado no con un Bullseye, sino con tres. El icónico villano no aparecía desde la batalla en Nueva York, hace ya muchos números. La última parte a mencionar sería toda la parte mafiosa, desde Izzy Libris hasta la relación entre Kingpin y María Tifoidea. Una tercera parte algo desaprovechada últimamente, por desgracia, teniendo en cuenta que ha tenido mucho peso en ciertos momentos de la serie. Y comentado un poco el contexto, analicemos lo que han dado de sí estos tres siguientes números de la colección.

Un cierre no tan brillante
Nos encontramos todavía en el arco “encierro” donde ya prácticamente se cierra casi todo lo importante de lo planteado en estos últimos números. Y, a decir verdad, este final a falta de epílogo ha sido algo flojo. Quizá el problema es que ha jugado con tantas cosas y tan bien durante tantos números que cuando se ha vuelto superheroica convencional ha sabido a poco. Una lástima. En su favor hay que decir que a nivel estructural la serie cumple y sabe combinar los elementos de sus tramas. Pero más allá de eso, y de un buen momento de team-up inesperado, se convierte en, literalmente, cualquier cómic de superhéroes genérico lleno de tropos y recursos mal aprovechados. Desconozco hasta qué punto mete mano la editorial y hasta qué punto este final es idea del guionista.
Pero desde luego, es algo extraño y no termina de cuadrar con lo visto hasta ahora. Con todo, no es un mal final, no son tres malos números. Solo son tres números que no casan con la propia serie. Tres números que podrían haber sido de cualquier otra cabecera de nivel medio de todas las que tiene Marvel actualmente. Cuando afirmamos que tiene elementos que no cuadran nos referimos, por ejemplo, a ese final dulcificado con la comunidad superheroica legitimando a Matt Murdock, como si le hiciera falta. Se entiende el mensaje de reconciliación, pero se siente muy forzado, más aun teniendo en cuenta la independencia del personaje y la moralidad férrea con la que ha actuado durante toda la serie.

Sustitutos de altura y Marcio Menyz
En cuanto al apartado artístico, seguimos con el baile de dibujantes, pero con un gran resultado global. Marco Checchetto y Marcio Menyz hacen tándem por última vez en el número #26. El dibujante italiano ha estado a un nivel abrumador en todos y cada uno de sus números, que han sido la mayoría de los #29 de los que constará la serie con la numeración que le ha dado Panini. Por vez final, Checchetto se muestra como una de las grandes bazas de la serie. En los dos siguientes números se incorpora al dibujo Stefano Landini que, junto a Marcio Menyz, ofrece un dibujo de trazo muy limpio y definido. Un dibujo bastante notable para tratarse de un dibujante que llega a la serie para un par de números.
Francesco Mobili no brilla tanto en su breve participación del número #28, pero cumple con un dibujo un poco más sucio. Sin embargo, en la parte artística Marcio Menyz es quien merece más elogios. El colorista ha sabido mantener una gran homogeneidad en el dibujo durante buena parte de la serie, trabajando con dibujantes muy dispares.A falta del último número, estamos ante un final que, si bien pierde un poco de fuelle en la resolución de sus tramas, no empaña el gran nivel que ha mantenido la serie en todo momento sustentados en un enorme Chip Zdarsky.

Sobre la edición de Daredevil 26-28
Panini cómics edita estos tres números de Daredevil en su formato grapa habitual. En su interior, papel de calidad, portadas alternativas y el clásico Spot On de Julián Clemente. Estos números corresponden a los #33-35 de la numeración original norteamericana.
Daredevil #26-28
NUESTRA NOTA - 83%
83%
Mejorable
Chip Zdarsky no acaba de dar en la tecla con un final que se lanza a lo superheroico estándar y deja de lado lo que hacía a esta serie especial.