Goku y compañía regresaron por todo lo alto hace unos años con Dragon Ball Super. Hacemos un compendio del la trayectoria de la serie en nuestro país como prologo al análisis completo de su nueva etapa.

Dragon Ball Super, mas vale tarde que nunca.
Vamos a ponernos en situación, porque la cosa tiene miga. Hoy vamos a hablar del que es considerado como el manga mas popular de todos los tiempos. Dragon Ball debutó en el numero 51 de la revista Shonen Jump en 1984 siendo publicada durante 11 años y viendo su final en 1995 en la misma cabecera. Algo que tardó aun dos años en suceder en nuestro país. Más concretamente en el número 211 de la Serie Roja. ¿Serie Roja?. Sí. Y es que en nuestro país Dragon Ball fue editada en su totalidad por la editorial Planeta de una manera un tanto curiosa. Seguid leyendo y poned toda vuestra atención.
En los mercadillos y círculos de fans del manga previos a la edición de la serie en nuestro país se dio un autentico mercado negro de fotocopias de Dragon Ball. La Dragonballmanía, –o Gokumanía, o como queramos llamarlo-, arrasó entre grandes y pequeños gracias a la emisión de la serie de animación en distintas cadenas autonómicas. Un fenómeno fan como no había conocido antes el país. Pero un hecho crucial acabó reventando en 1992 esa «burbuja«. Planeta Cómic al fin editaba Dragon Ball. Y todos los fans podían finalmente leer sus aventuras de una manera digna. Formato grapa, blanco y negro, lectura occidental, 32 páginas y 175 pesetas -poco más de 1€ al cambio-.

Su edición en España en los años 90. Con diferentes colores en portada.
Pudimos ver a nuestro héroe desde su niñez, conocer a sus compañeros y sus enemigos. Descubrir su desternillante humor, sus debilidades y sus poderes. Y como opinión personal diría que esta primera etapa es la que más disfruto de Goku con diferencia. Si bien luego pudimos ver su etapa adulta y también valorarla positivamente, la repetición de esquemas –conseguir prácticamente siempre un nivel superior de fuerza para derrotar al villano de turno– hizo que se perdiera esa magia que hubo en un primer momento.
Planeta Cómic hizo algo curioso. Si bien en Abril de 1992 edita la mencionada grapa, meses después, más concretamente en Noviembre del mismo año, aparecería a la venta la Serie Roja. ¿En que consistía? Estábamos ante grapas de ese color a 275 pesetas, tapa blanda aunque algo mas gruesa que la se la serie blanca, que se adelantaban en el tiempo de la historia del Manga de Dragon Ball. Pero curiosamente, y en una estrategia bien calculada por parte de Planeta, empezaban con la numeración con la que terminaría la grapa. Es decir, si la grapa acababa en el número 153, la serie Roja comenzaría el 154 y terminando en el 211 (año 1997). Aunque al mismo tiempo también tenía una numeración propia la cual llegaría al número 58. Aunque ahora parezca lioso, en aquella época parecía lo mas sencillo del mundo.

Planeta Comic recupera la numeración dejada en el año 1997 y recopila distintos números en un tomo de menor tamaño.
Y llegamos al momento presente. Dragon Ball Super, llega de nuevo a nuestro país. Y lo hace de un modo que ningún fan esperaba. Planeta, en un canto a la nostalgia recupera el formato de la Serie Roja –las grapas delgadas– en Julio del 2018. Pero el detalle no queda ahí. La decana editorial mantiene la numeración dejada 21 años antes. Encontrándonos que el número de portada de este regreso es el 212. Aunque también hubo una portada alternativa que sería con un nuevo numero uno estampado en ella. Una maniobra que aun orquestada como un ardid publicitario, supo llegar al corazón de los millares de fans de la serie.
Lo curioso de todo este asunto es lo siguiente. Planeta Cómic ha ido recopilando en tomos pequeños ocho números de la colección. Algo que también hizo en su día con los Tankōbon de la serie con formato idéntico al japones de 192 paginas. El formato de la serie roja suele rondar las 40 paginas, para que hagáis la comparación. La idea era que esa cuasi mítica colección dejase de existir y fuese más bien como un guiño a los lectores más veteranos con una duración determinada y continuar con los tomitos como única fuente. Pero el éxito ha sido tan rotundo que la colección sigue abierta contra todo pronóstico. Y no parece que vaya a peligrar su existencia. Saliendo los tomos de ocho números cuando hay aventuras ya publicadas para llenarlos. Un fenómeno del que somos los únicos representantes a lo largo del globo.

Una introducción a lo que serán las reseñas de esta colección.
Y como hijos de la generación que disfrutó de aquella primera explosión de Dragon Ball en nuestro país, nos hemos vuelto a subir al carro. Este articulo es la introducción a una serie de reseñas de Super que iremos subiendo periódicamente. Un repaso a todas las sagas –unas cuantas ya– que os desgranaremos con la misma pasión que tuvimos cuando leímos la serie por primera vez. Y ya son unos cuantos años.
Aunque parezca mentira, Dragon Ball habrá tenido algún que otro «tiempo muerto«. Pero nunca ha desaparecido del todo. En el campo de los videojuegos ha estado siempre presente. Cambien en Ovas, o con la propia serie de televisión que adaptó las primeras sagas de Super. Esta duró del 2015 al 2018 con 131 episodios a sus espaldas y se habla de una continuación inminente. Por no hablar de Dragon Ball Super Broly, un fenómeno estrenado en pantalla grande que rompió las taquillas el año pasado. Desde luego los fans del personaje tienen que estar muy pero que muy contentos. Aun tenemos Bolas de dragón para rato, afortunadamente.
