Vamos con otra tanda de Invencible, la serie basada en el popular comic de Robert Kirkman. Un segundo acto donde la serie se estanca y nos ofrece algunas subtramas simpáticas, pero lejos del potencial esperado para una serie de este calado

Cuando te dejas el turrón para otro día
Lo primero que debemos tener claro es que Invencible es una apuesta a largo plazo que deriva de un cómic de renombre larguísimo, con lo cual, y visto lo visto, la idea es exprimir la serie al máximo. Algo similar a lo que hicieron con la otra gran serie de Robert Kirkman: The Walking Dead. Por tanto, no es raro que la serie haya sufrido cierto bajón, sobre todo en la trama central. Si los tres primeros episodios plantaban el origen de Mark Grayson, situándolo cerca del aparente villano principal y en una ciudad plagada de personajes secundarios superheroicos, estos otros tres frenan casi en seco todo lo planteado previamente.
Lo que aquí sucede es parecido a lo que ocurría con el formato antiguo de las series de tv: temporadas de veintidós episodios donde principio y final importaban a efectos de trama, y la parte central era relleno entretenido, pero menos trascendente. Productos muy válidos pero alargados en exceso. Y en esencia es lo que ocurre con esta serie. Se están yendo por las ramas y nos están endosando un producto bastante irregular. Porque, seamos sinceros, aquí lo que importa es lo de Nolan.

Invencible, una serie que pierde algo de fuerza en su tramo medio
Llegados a este punto, y hablando exclusivamente de la serie de tv, podemos afirmar con cierta rotundidad que estamos ante una serie más de superhéroes y que etiquetas que se suelen relacionar con Invencible, como “revolucionaria” y “la mejor serie de superhéroes del mundo” no concuerda con lo visto. Se entiende que al hacer una mezcla de los tropos clásicos del género llame la atención, pero a día de hoy la serie no va más allá. El único aspecto destacable es la trama de Nolan, que al estar aparcada la mayor parte del tiempo hace que el conjunto pierda interés. Y sabedores de que es su as en la manga, se la van a guardar hasta el último capítulo creando una falsa sensación de que la serie ha avanzado mucho.
Centrándonos un poco en los capítulos que nos ocupan. El cuarto episodio quizá sea el más flojo de los seis que llevamos. Mark viaja al espacio y acaba trayendo de vuelta a un parásito extraterrestre, algo muy parecido a Venom en la historia del trepamuros marvelita. Además de esto, se trata por encima la parte romántica de Mark con Amber. La parte positiva es que siendo un capítulo que baja mucho el nivel, no es malo. Si algo tiene esta serie es que el entretenimiento está asegurado, más allá del nivel de cada capítulo. Es de suponer que la subtrama del parásito extraterrestre se retomará en el futuro.

Una historia de relleno…
De una aventurilla estándar que no pasa de simpática, pasamos al quinto episodio. Un capítulo que trae de vuelta a uno de estos villanos insulsos del montón con la idea de darle motivaciones y empaque a la vez que se le recoloca en el grupo de antihéroes. Algo que se consigue a medias. Cierto es que el personaje acaba con un nuevo status quo, pero en cuanto a desarrollo de personaje se queda en algo muy pobre. Y es que este episodio, que por lo visto gustó mucho al público en general, naufraga absolutamente en cuanto a personajes.
El episodio se puede dividir, grosso modo, entre la trama del hombre piedra y su Kingpin particular, y la batalla final. La primera parte siendo correcta, no es más que una excusa para la segunda. Y aquí es donde el capítulo mete la pata. Básicamente se trata de una batalla muy espectacular y larga de un nuevo villano que sale de la nada contra los nuevos Guardianes de la Tierra. Sí, pelea antes contra Mark, pero eso casi no es ni pelea. Mark se limita a no morir. Y es la mejor parte porque demuestra que el protagonista está muy verde y tiene mucho que aprender.

… y acción superheroica vacía
El problema es el grueso de la escena: la pelea contra los Guardianes de la Tierra. Cierto es que se trata de una pelea muy espectacular y sangrienta, pero falla en el contenido. Lo que se vende como una pelea épica no puede serlo nunca, pues los personajes no están desarrollados y el espectador no empatiza con ellos. Por tanto, si no hay un vínculo empático mínimo entre el espectador y los personajes, lo que les ocurra a estos no importa. Lo mismo pasa con el villano: un tigre con una maza que sale de un portal, nada más.
No sabemos ni motivaciones, ni quien es, ni nada. ¿Visualmente es espectacular? Sí, pero con el mismo trabajo de personajes que Fast & Furious o Godzilla vs Kong. Es acción por la acción, lo cual no es malo, pero hace que sea una escena muy larga totalmente vacua a nivel emocional, menos cuando aparece Mark. Esta crítica no significa que el contenido de superhéroes deba ser muy profundo o trascendental, ni mucho menos. Hay productos de todo tipo. Tan solo es un problema de planteamiento y desarrollo. Aunque por suerte el sexto capítulo de Invencible vuelve a encarrilar la serie por un camino mucho más sólido.

Un sexto capítulo para Invencible que sube el nivel de cara a la recta final
El capítulo seis de Invencible, afortunadamente, aparca a personajes anodinos para centrarse en Mark y su dilema de doble vida superheroica. Algo mil veces visto, pero que funciona perfectamente. Además, tenemos grandes dosis de acción bien metidas y avance de subtramas paralelas como la de Atom Eve y, ahora sí, la trama de Nolan. La investigación de Deborah Grayson por fin da sus frutos y el episodio siete promete mucho. Este es probablemente, el mejor capítulo de lo que va de serie en cuanto a personajes. Invencible demuestra que cuando quiere ofrece algo más que tortas. Algo en lo que Kirkman es especialista.
Con mayor o menor fortuna, la serie va plantando subtramas a la vez que hace que su protagonista vaya madurando y aprendiendo el oficio. Con un apartado visual espectacular, su mayor flaqueza es el pobre tratamiento de los secundarios. Aunque quizá este sea un aspecto que se vaya puliendo con el paso de las temporadas. Una serie que, a falta de dos capítulos, es algo irregular, pero entretenida y disfrutable. Y que al menos, por ahora, está arrojando un cómputo global que la deja más cerca de lo alto de la tabla que de las zonas más bajas. Por nuestra parte seguiremos, y con motivación de sobra, hasta el final de esta primera temporada..

Invencible #4-6
NUESTRA NOTA - 70%
70%
Entretenida
Con un ritmo irregular, pero un buen sexto episodio, Mark Grayson afronta el final de la temporada.