Manuel A. García Iglesias debuta en el noveno arte con esta publicación de Nuevo nueve, “La batalla de esquizo”. Una novela gráfica que relata la lucha diaria de Roberto, estudiante de Bellas Artes, afecto de un trastorno psiquiátrico severo. Una obra que nos acerca al poco conocido mundo de los desórdenes mentales.

La batalla de esquizo y las psicosis. Enfermedades que no deberíamos de ignorar.
Las psicosis son un grupo de enfermedades mentales desconocidas por muchos, temidas por otros y que, casi siempre, generan rechazo social. La esquizofrenia es un trastorno psiquiátrico severo que cursa con psicosis recurrente o crónica y se asocia a un grave deterioro del desempeño ocupacional y social del individuo. Con una prevalencia del 1% de la población a nivel mundial está clasificada por la OMS dentro del «top ten» de trastornos médicos más discapacitantes y con mayor impacto económico. ¿Cómo algo que representa un porcentaje nada desdeñable de la población y con una repercusión social de tal magnitud se puede relegar al olvido sólo porque no nos afecte?
“La batalla de esquizo” aborda el tema desde dentro. Desde el propio sufrimiento del que padece esta condición. Intenta, a través de las vivencias de un enfermo de esquizofrenia paranoide, familiarizarnos con los síntomas y hacernos entender su calvario. Normalizar una enfermedad que no afecta a pocos, humanizarla e implicarnos en su reinserción social.

La batalla de esquizo. Una amistad. Una enfermedad. Una reflexión.
Manuel A. Iglesias es licenciado en Bellas Artes y con estudios artísticos en Künsgewerbeschule, Zürich (Suiza). Profesor de dibujo en Gijón, muralista e ilustrador galardonado en varias ocasiones, su obra más conocida es la ilustración de la biografía de Albert Einstein escrita por Marwan Kahil y publicada originalmente en Francia. Este salmantino de origen se propone un difícil reto, utilizar el cómic como medio para hablar de un trastorno mental grave, la esquizofrenia.
Una dolencia crónica, que puede estabilizarse con medicación pero que, casi siempre, va a acompañar al enfermo toda la vida y lo hará con un gran sufrimiento personal y del entorno familiar. Iglesias utiliza las viñetas para contarnos como su amigo Roberto, licenciado también en Bellas Artes, comienza en su juventud con esta enfermedad y nos hace partícipes de la angustia de su proceso vital. Tanto el texto como las ilustraciones nos harán reflexionar y tomar conciencia de que las enfermedades mentales también son afecciones comunes que merecen toda nuestra consideración.

La enfermedad de Roberto. El delirio y las alucinaciones.
La historia fluye a través de los recuerdos del protagonista contados por él mismo. El paso por varias facultades de Bellas artes, la progresiva desestructuración de su pensamiento y el deterioro de sus relaciones personales. Roberto inicia sus estudios de Bellas Artes en Cuenca y comparte piso con otros compañeros. Al principio todo parece normal. Se siente altamente cualificado como artista y quizás por ello no del todo entendido. Se piensa odiado por algunos pero también se sabe admirado por otros por su gran capacidad de trabajo, su pasión y dedicación. Tiene un pensamiento recurrente, una obsesión. Persigue el arte, vive por y para su arte por encima de todas las cosas, descuidando otros aspectos de su vida personal y social.
Esta sensación inicial de grandeza y de artista incomprendido se transforma de forma insidiosa y gradual en un sentimiento de conspiración. Sus amigos, sus compañeros de clase, sus profesores e incluso la televisión se confabulan contra él. No le dejan crecer, no le permiten desarrollar su capacidad artística. Se siente observado y en el punto de mira de todos. El mundo entero urde intrigas para boicotearle. La envidia, ese gran pecado capital, domina su entorno y él es la víctima. Esta obvia distorsión de la realidad se conoce como delirio y lleva a Roberto al aislamiento social pagando el precio de una inconmensurable atribulación. Y es que por muy bizarro que sea el delirio y por múltiples que sean las evidencias en su contra, para él es una realidad irrefutable.

Sólo quiero ser normal y todavía aspiro a serlo
El curso de la enfermedad es inexorable y además se ve agravado por el hábito alcohólico. Las alucinaciones y los delirios son constantes. El fracaso tanto en la universidad como en sus relaciones personales lo hunden en una profunda depresión. La ansiedad le consume. Roberto finalmente explota. Con ayuda de su familia tiene que acudir al psiquiatra. Todos los síntomas lo encaminan al diagnóstico de una enfermedad mental.
La confusión y angustia en la que vive es consecuencia de una enfermedad con nombre y apellido, la esquizofrenia paranoide. Roberto conoce un nuevo mundo, el de los antipsicóticos y la psicoterapia de grupo. Se acallan las voces y los delirios cesan o disminuyen su intensidad, sin embargo la depresión se agrava. Continúa enfermo. La batalla por ser normal no ha terminado y probablemente le acompañe toda su vida.

Una patografía que reproduce fielmente el curso evolutivo de la esquizofrenia paranoide
«La batalla de esquizo» se encuadra dentro del marco de la Medicina Gráfica. Se trata concretamente de una Patografía Gráfica. Un relato cuyo tema principal es la enfermedad y que además, está narrado en primera persona por el protagonista y amigo del autor de la obra. La historia se construye sobre una base con la que es muy difícil trabajar: la esquizofrenia. Narra desde los primeros síntomas negativos y las alucinaciones hasta alcanzar el delirio organizado y plenamente establecido que se adueña por completo de su vida.
El soliloquio de Roberto, rememorando su pasado, lleva el peso de toda la obra. Los diálogos son escasos pero necesarios. El autor recurre con frecuencia al uso del lenguaje lírico para relatar de forma extraordinariamente detallada el infierno de los síntomas de esta enfermedad. Tanto los síntomas negativos (descuido, desaliño y depresión) como las alucinaciones o el delirio se describen de forma impecable. La utilización de este recurso literario consigue aumentar la empatía del lector con el protagonista y le permite entender cómo se vive la enfermedad de una manera más desgarradora e intensa. La habilidad narrativa del escritor y su lirismo vencen sobradamente la dificultad temática de este trabajo.

La psicología del color. El corazón de la obra.
Si el guion de la novela consigue que vivamos el delirio con Roberto, las ilustraciones rematan con broche de oro la viñeta. Los trazos son gruesos e imperfectos, a veces temblorosos, otras dobles o repasados, en ocasiones incluso inacabados. Trazos que trasmiten el desasosiego del protagonista. La gama cromática que escoge para el relleno del dibujo es básica, apenas dos colores, pero complementa bien las líneas. Por un lado la calidez del naranja añade fuerza, pasión e intensidad al sentimiento de lucha.
Por otro, el gris verdoso, neutro con matices fríos nos tramite un intenso sentimiento de soledad y tristeza. Los colores se traducen en emociones. Además, en algunas páginas, utiliza repeticiones con alteraciones cromáticas de elementos gráficos y fusiones visuales que refuerzan el sentimiento de atribulación que resalta en toda la obra. La nota de color la dan los cuadros de Roberto. Un homenaje del autor a su amigo.
«La batalla de esquizo». La esquizofrenia expuesta en viñetas
Si bien el uso del cómic como herramienta de divulgación médica es un campo de trabajo en creciente desarrollo, cuando hablamos de la esquizofrenia las obras que se encuentran son escasas. Con «La batalla de esquizo«, Iglesias arriesga fuerte y gana. Con un estilo único esta obra es un excelente medio de comunicación sanitaria. Compartiendo las experiencias de un enfermo todos nos enriquecemos. Los profesionales médicos humanizamos la enfermedad. Los pacientes se sienten identificados. Las familias ya no están solas, se ven arropadas. La sociedad en general descubre la enfermedad, le pierde el miedo y disminuye su rechazo. Conocer nos ayuda también a entender.
Nuevo Nueve edita La batalla de Esquizo en un tomo con portada en cartoné sin sobrecubierta. Paginas interiores en papel brillo de máxima calidad y excelente calidad de reproducción. Parte de las ganancias del álbum van destinadas a la Fundación Divina Pastora. Como extras incluye prólogos de Álvaro Pons, divulgador de cómic, y de Tomás de Vicente, Jefe de Psiquiatría Hospitalaria del Hospital Universitario La Ribera de Alzira.

LA BATALLA DE ESQUIZO
Manuel A. García Iglesias
Editorial Nuevo nueve
15,00€
ISBN: 978-84-17989-09-5
24 x 17cm | 88 pags. | Cartoné
LA BATALLA DE ESQUIZO
NUESTRA NOTA - 80%
80%
NOTABLE ALTO
La batalla de esquizo. Una obra de temática difícil que el autor resuelve con una propuesta gráfica valiente y acertada. Merecedora del IV premio Divina Pastora de Novela Gráfica Social este trabajo intenta normalizar la esquizofrenia, una enfermedad injustamente estigmatizada.