Nacido a fines del siglo XIX, Tom Strong proyecta su inmensa sombra de héroe científico sobre los grandes retos del siglo XXI. Frente a él, enemigos asombrosos, imperios dimensionales, paradojas temporales, inteligencias artificiales y visitantes de otras galaxias. A su favor, la fuerza de la curiosidad, la inteligencia, la imaginación y una familia de lo mas insólita.

Antes de analizar esta obra conviene contextualizar el momento en el que surgió. En el año 1999 todavía coleaba el magnífico trabajo que tan solo 12 años antes Alan Moore había llevado a cabo con Watchmen –a día de hoy han pasado casi 20 años desde el primer numero de Tom Strong– junto a Dave Gibbons. Durante ese lapso de tiempo editó La broma asesina (1988), comenzó la serialización de From Hell (1989-99), que se alargaría por casi una década, o publicó A small killing (1991), un tebeo tan genial como difícil de leer. En aquella época anunció su retirada –ahora sabemos que temporal– del mundo del comic, o más concretamente del mundo del cómic mainstream. Tan solo un puñado de historias más bien rutinarias pero salvables en WildC.A.T.s o un par de números sueltos en Spawn le acercaron de nuevo a la primera línea pero dando la sensación de que estaba trabajando a medio gas y sin dar todo lo que podía dar de sí.
Ni una etapa notable en Supreme pudo callar bocas de aquellos que decían que Alan Moore ya había dado a la industria todo lo que tenía que dar de sí y que en los noventa y la entrada del nuevo siglo, ya no podía aportar nada relevante. Ahora sabemos que no podían estar más equivocados. Cerrando el milenio En el año 1999, se anunció a bombo y platillo una nueva línea de cómics que estaria capitaneada en exclusiva por el guionista de Northampton. Amparada bajo el paraguas del sello Wildstorm, a su vez amparado bajo el paraguas de Image se inició la aventura de ABC, America’s Best Comics. Abanderada por The League of Extraordinary Gentlemen, al poco llegaron Promethea, Tomorrow Stories, Top 10 y la serie que hoy nos ocupa, Tom Strong. A día de hoy, todos clasicos indiscutibles.

¿Pero que podíamos encontrar en esta serie? Como no podía ser menos, el primer número de Tom Strong no relata el origen secreto del héroe, en la tradición de los personajes pulp de la década de los 30. Hijo de unos padres científicos que naufragaron en la legendaria isla de Attabar Beru, Tom es criado desde su nacimiento en una cápsula que simula una gravedad y condiciones más severas a las de la tierra con el fin de convertirlo en un ser superior a todos los demás hombres. La inesperada explosión de un volcán terminará de manera trágica con sus padres y Tom, por primera vez en su vida, ya adolescente, saldrá a un mundo exterior que le es desconocido. Este origen se relata en forma de meta historieta en el primer número de la serie dejando claro, como una declaración de intenciones, el tono que seguirá la serie durante los siguientes números.
Los siguientes trece numeros nos presentarían a su inefable familia con la que conforma un pintoresco grupo de héroes científicos de carácter casi infantil. Alternando historias en el tiempo presente con flashbacks que explican datos del pasado de Strong, el tono de la serie evitaba caer en la monotonía numero tras numero. Viajes temporales, hijos secretos, villanos tecnológicos o historias con el tono de la revista 2000AD se alternaban con un equilibrio envidiable. Personajes de nuevo cuño pero que eran inmediatamente familiares al lector se paseaban por las paginas de una serie que conoció un éxito inmediato y tuvo una trayectoria envidiable con un nivel de calidad que nunca descendió en los 36 números que compusieron la colección. Tom Strong fue una apuesta arriesgada en una época de mandíbulas apretadas y pistolones enormes que con una aparente simplicidad conquisto el mercado y dejo una huella indeleble en una generación de lectores que se acercaban al genio de Northampton por primera vez en su vida mes tras mes y no a través de obras reeditadas de décadas pasadas.

En conclusión, Tom Strong es una serie que supuso el renacimiento como figura de guionista primera línea de Alan Moore. Es, también, una serie que recuperó la esencia pulp para este género, algo que había hecho un par de años antes marvel con su polémico «Heroes Return» aunque en aquel caso buscando recuperar la Silver Age. Pero aquí tenemos una nostalgia bien entendida, tenemos ecos de The Shadow, de John Carter, tenemos ecos de Tarzán y de La Sombra o de Doc Savage. Una época en la que los superhéroes eran científicos idealizados en lugar de hombres con super poderes desmedidos. Una época en la que las historias se vertebraron sobre el eje argumental de la aventura más pura eludiendo de manera clara el artificio y buscando entretener por encima de todas las cosas.
Tom Strong no es una serie perfecta, quede esto claro, pero fue una serie que destacaba en el momento de su lanzamiento y que casi dos décadas después, debido a lo universal de su premisa, sigue manteniendo el tipo perfectamente. Quizás en algunos momentos esa esencia pulp y casi naif le traicione obligando a construir argumentos que se sostienen sobre premisas demasiado simples e inocentes, casi siempre autoconclusivas. Pero esto se hace de tal modo, con tal artesanía en el oficio de contar historias, que el lector entra en el juego propuesto por Moore y lo perdona de manera inmediata. Aun así bien merece la pena acercarse a esta pequeña maravilla moderna y darle una oportunidad a Tom Strong, os aseguro que no os arrepentireis.

La editorial ECC puso a la venta el pasado mayo un tomo, el primero de tres, que recopila los números 1 al 14 de la colección original. Una magnífica y cuidada edición en tapa dura sin sobrecubierta y con papel de gran calidad. Una oportunidad única para poder revisitar un comic esencial en la bibliografía de Moore. De aquí a fin de año está previsto que editen los otros dos tomos y así continúen la loable labor que están llevando a cabo desde la editorial en la recuperación de esta etapa dorada del genio de Northampton que les ha llevado a traer de nuevo a las librerías especializadas Promethea y Top 10 hace no demasiados meses. Solo os puedo decir que aprovecheis el verano para viajar de la mano de Tom Strong a una forma de hacer tebeos que, por desgracia, ya no se estila y que aquí alcanzó su cenit de manera magistral.