Hablamos de Doctor Strange en el multiverso de la locura. Película recién estrenada en salas que consigue ampliar el UCM por el camino correcto. Una cinta con un marcado sello autoral de la manos del legendario director Sam Raimi, que retorna a Marvel por todo lo alto.

Seis años desde su primera película.
Antes de hablar de este Doctor Strange en el multiverso de la locura un poquito de historia Marvelosa. Y es que hay que ver como pasa el tiempo, casi sin darnos cuenta. El año 2016 -seis años, que se dice pronto- fue el momento elegido por Marvel Studios para que el Maestro de las Artes Místicas llegase a la pantalla grande. Encarnado por el siempre eficiente actor Benedict Cumberbach en una de esas decisiones de casting que no podrían parecer más acertadas, visto en perspectiva. Todo ello para introducir a dicho personaje en esa larga lista que poco a poco habia ido formando el UCM y que a día de hoy aún sigue creciendo.
Ya sea a través de las producciones para la pequeña pantalla que va estrenando Disney+ o nuestras dosis anuales cinematográficas, tanto en forma de secuelas como nuevas franquicias. Raro habría sido que Strange –conocido como Extraño por los más veteranos seguidores del personaje– no hubiese tenido más películas en su haber. Algo incomprensible dada su importancia en el UCM, tal y como vimos en Avengers: Infinity War o la reciente Spiderman no Way Home. Película, esta última en la que prácticamente compartía protagonismo con nuestro amigable vecino Spiderman.

Los rumores y el mal que pueden llegar a hacer.
Así que nuevamente, en el año 2022, tenemos una nueva aventura dejando no pocos momentos memorables. Algo ya enquistado en el mundo del entretenimiento. A la orden del día se podría decir. Un rumor que acaba quedándose en nada, pero que al fan le llega tan hondo que empieza a montarse su propia película en la cabeza. Ha pasado y seguirá pasando. En esta ocasión la palabra «Multiverso» que se incluye en el título dio no pocas teorías locas sobre por donde podrían ir los tiros. Pero claro, en cierta manera era algo lógico cuando se podían ver no pocos Universos y jugar con ello de cara a traer a diferentes personajes al Universo Marvel Cinematográfico.
De ahí que surgieran cosas como «aquí podrán traer a los mutantes!!!», «los 4 Fantásticos ya tienen el camino allanado para entrar!!!». Lo dicho, nada confirmado en ningún momento, pero bueno para las páginas que buscan clickbait fácil y que aquí en España ya conocemos a algunas que utilizan esas argucias tan deplorables. Supongo que todo vale por la pasta en según que casos. Así que el problema a veces no lo tiene la película, si no las expectativas que alguien se pueda crear. Lo cual no deja de ser gracioso en cierta manera por la manipulación que hacen los medios en algunas ocasiones y el apetito voraz e imaginación del fan o seguidor de este Universo Particular.

Doctor Strange en el multiverso de la locura… y de los SPOILERS
O dicho de otra manera, en esta reseña habrá spoilers. Y como se suele decir, el que avisa no es traidor. Pero es la manera más eficaz para mí de comentar esta película. Así que quien no la haya visto y no quiera destripes, que no continúe. Y posteriormente a su visionado entrar para ver si coincidimos en algunos puntos o no. Dicho esto, vayamos al tema que es lo que importa. Ya avisó Kevin Feige, si no me equivoco, que ahora mismo las series que se van estrenando en Disney+ son casi de obligada visión para seguir también las tramas que se plantean en las películas.
Así que nos situamos después de Avengeres: Endgame y de los hechos ocurridos en la serie de Bruja Escarlata y Visión (la primera que dio el pistoletazo de salida al resto). Donde en el final de esa serie -más concretamente una escena post-créditos- podíamos ver que el personaje de Wanda iba a dar más de un quebradero de cabeza debido al libro demoníaco «Darkhold». Si la Bruja Escarlata tenía más que decir, era obvio que el Doctor Strange estuviera ahí metidod. Con lo que faltaba saber si habría enfrentamiento entre los dos para luego ir a por un enemigo común (algo mil veces visto) o si habría un cambio en todo ello. Y lo hay.

Al fin un enemigo de entidad. Algo que se echaba en falta.
Con permiso de Thanos, es una crítica que se le ha hecho a los villanos de las películas Marvel. Uno de entidad y que tuviese «empaque». Quizás también colocaría ahí a Hela (que la interpretó Cate Blanchett), pero el tono de Thor Ragnarok como todos sabemos no era precisamente serio y quizás le quitase ese puntillo que se pudiera esperar. Elizabeth Olsen vuelve a demostrar que la interpretación es lo suyo y dejando claro como villana funciona a la perfección. Todo ello con algo de fondo que le impulsa a ello. Por una parte, esa Magia Oscura venida de Darkhold y por otra la del amor de una madre hacia sus hijos.
Aunque fuesen creados por ella de una forma artificial y no natural, tal y como vimos en la serie. Pudiendo comprenderla, o no, pero siendo el motor que le mueve. Aportando en esta ocasión un personaje llamado America Chávez y que es un elemento fundamental en la trama. Una jovencita con la habilidad de poder viajar por el Multiverso y estar en diferentes mundos. Aunque no domine su poder y sea algo que veremos como se va desarrollando.

Por supuesto los guiños a los fans se van sucediendo.
Con un inicio de película trepidante donde vemos que «algo» quiere el poder de Chávez y que otro Doctor Strange hace lo que puede por ayudarla, pero con alguna que otra decisión que le llevará a ver con cierto recelo al que nosotros conocemos. Es espectador casual o que siga solamente las películas, es muy posible que se pierdan algunos detallitos que obviamente hacen las delicias de los seguidores del cómic. Sea el segundo villano que aparece en escena (Suma Gorath) o términos como Tierra-616 o los Iluminati.
Porque sí, finalmente aparecen tras tanto rumor, o alguna que otra cosita más que son las que dan para los típicos vídeos de Youtube en plan «Los detalles que igual se te escaparon». No vemos a Loki ni a Kang (algo que también se puso sobre la mesa en su momento), así que igual hay cierta decepción por parte de algunos seguidores. Pero ni de lejos se les echa de menos tampoco, porque la película tiene un dinamismo y un ritmo que hace que hasta se te haga corta (al menos eso a mí me ha pasado). Echando de menos más metraje incluso.

Dirige Sam Raimi y sí, se nota.
Entramos en ese detalle importante que se le achaca a Marvel Studios. Y es el hecho de «la plantilla». Donde no se sale de unas reglas ya establecidas. Eso ha funcionado y es hasta lógico y normal que se siga haciendo. Si algo vende sigue esa fórmula. Y la compañía lo ha hecho hasta la extenuación. Casos raros hay, como con Thor Ragnarok o Guardianes de la Galaxia. Donde la autoría de los directores se les podría reconocer. Pero siendo sinceros, el resto de películas (salvando honrosas excepciones) las podría dirigir cualquier director aleatorio que no notaríamos la diferencia. De ahí que encontrarnos con Sam Raimi y reconocer «su sello» es algo que hay que darle las gracias a quien dio el visto bueno
Decisión que llevó al filme a tener un distintivo sello de autor en su cinematografía. Algo a lo que no nos tiene acostumbrados desde Marvel Studios. De ahí que el nivel de violencia o terror en algunos momentos sea superior y se distancie de lo que hayamos visto hasta ahora en este tipo de producciones, de por lo general con sabor prefabricado. Así como esa mano de Sam Raimi que tanto gusta a sus fans con mala uva y sin tapujo alguno. Parece mentira, pero esto aporta una frescura que le hacía falta a la susodicha «plantilla». Desenvolviéndose estupendamente el director en cualquier campo. Sea acción, drama o suspense.

Cuando el amor te hace perder la cabeza.
Realmente hay dos temas en esta película que son vitales y que ambos se dan la mano. El amor de Wanda por sus hijos que la convierte en la villana de la función y por otra la infelicidad que siente Strange. Algo que se deja constancia en varias ocasiones. Un amor que se le escapa y que el ser el Maestro de las Artes Místicas (aunque en esta película ese término podríamos entrecomillarlo) y un héroe no le acaba llenando por mucho que se engañe así mismo. Así que siendo sinceros, tendremos una película con efectos especiales y momentos superheroicos (claro está!), pero esto es un dramón en toda regla. Porque ponerte en el lugar de la Bruja Escarlata ya es para echar alguna que otra lagrimilla. Llevando estupendamente esa psique rota que tantas veces hemos visto en las viñetas.
Ahí está también la gracia de esta película. Si bien algunos fans pueden pensar que se podría haber aprovechado más el término «Multiverso» para enseñar más cosas (personajes o escenarios), la verdad es que la presencia de los Illuminati llega a saciar bastante ese momento fanservice. ¿Reed Richards? ¿El Profesor Charles Xavier? Miembros de unos Illuminati que ya solamente con su sola presencia dejan de una manera fácil ese momento donde esbozar una sonrisilla por dar al fan lo que igual demandaba. Un grupo que desvela a Strange algún que otro tema incómodo y que tienen su momento especial posteriormente.

Entretenimiento y buena calidad en general, las claves de Doctor Strange en el multiverso de la locura
Es lo que acabas viendo a no ser que vayas con una lupa mirando detalles y más detalles y no perdones ni una. Buscando algo que es evidente que ninguna película aguantaría. ¿Por qué tal situación si antes….?. Pues porque el guión lo pide, ni más ni menos. Y eso ha pasado y pasará toda la vida. Otra cosa es que afecte al resultado de la película, cosa que aquí no sucede en absoluto. Hablamos de buena factura técnica, buenos temas tratados (como los he ido comentando antes) y sobre todo una seriedad en su tratamiento gracias al Director. Y eso no es porque no haya gags o chistecitos, pero ni de lejos merman el objetivo que tiene en mente Sam Raimi. Lo cual ya es loable.
No es una Obra Maestra, ni falta que le hace. En estos tiempos, donde todo es 10 o 0, se pierde la perspectiva de que hay películas que no tienen que cambiarte la vida o algo similar. Es absurdo que alguien se indigne por… una película ¿En serio? ¿Estamos loco o qué? Pero como he citado en párrafos anteriores, la mala costumbre actual es que se esté produciendo obras maestras como si fueran chorizos. Así que a veces basta con decir… me ha gustado y la recomiendo. Y este sería uno de esos casos en mi particular opinión.