Hablamos de La cola del Marsupilami, álbum que supuso el debut en solitario del legendario personaje creado por Andre Franquin. Aventuras en la selva de Palombia con sabor clásico.

Setenta años de éxito incontestable
Antes de hablar de La cola del Marsupilami un poco de contexto y de historia del cómic. Y es que este 2022 se cumplen 70 años –se dice pronto- del debut de este personaje que vio la luz en el álbum «Spirou y los herederos» publicado por André Franquin para la editorial Dupuis en 1952. Un personaje que suscitó una reacción positiva inmediata entre los lectores, que inundaron la redacción de la editorial pidiendo más apariciones de aquel recién llegado. Algo de lo que tomo nota la editorial, puesto que el siguiente álbum de Spirou, publicado tan solo dos años después, tendría por título «Los ladrones del Marsupilami«. Una historia en la que el habitante más famoso de la selva de Palombia sería ya protagonista absoluto.
Este sería el primer escalón de una historia de éxito imparable que llevaría al personaje a ser un secundario recurrente y el preferido tanto de los lectores como del propio Andre Franquin. En el año 1958 el historietista abandona Dupuis y se lleva al personaje con él impidiendo su aparición –exceptuando el primer álbum de Fournier, su sucesor– en la serie de Spirou. Pasarían casi treinta años hasta que ya en Marsu Productions, editorial fundada por Jean-François Moyersoen y André Franquin, viera la luz una nueva serie. Esta vez centrada únicamente en el querido personaje que debutaría en 1987 vendiendo más de medio millón de ejemplares de este ya clásico La cola del Marsupilami, que pasa hoy por La Comicteca.

La cola del Marsupilami, un inicio inmejorable
La selva de Palombia, uno de los parajes más insondables y peligrosos del planeta. Un lugar en el que cada especie de planta o animal es potencialmente letal para el hombre. Un hábitat infernal que sirve de hogar para el misterioso Marsupilami. Animal legendario al que el cazador Brig. M. Backalive pretende capturar para convertirse en la primera persona en el mundo que consigue tal proeza. Para ello tendrá que lidiar con los Bullangas, una tribu salvaje que habita en la selva y con un equipo de guías totalmente incompetente. Y, claro está, con el propio Marsupilami -y su familia- que no le pondrán las cosas fáciles.
André Franquin se juntó con auténticos pesos pesados de la industria para llevar a cabo La cola del Marsupilami. Ya que si bien él estaba como coordinador del álbum –haciendo retoques gráficos y sugerencias de gags– delegó la responsabilidad del guion sobre Greg. Guionista con el que ya había trabajado antes en Spirou y en Modesto y Pompon y que contaba además en su haber con la genial Aquiles Talon. en la que ejercía de autor completo. Una serie en la que perfeccionaría una vis cómica que desplegaría ya en su plenitud en La colección del Marsupilami. Y con bastante buen resultado, cabe decir.

Batem, el padre adoptivo del Marsupilami
Para la labor gráfica de la serie se elegiría a un dibujante tan joven como talentoso llamado Luc Collin, quien adoptaría el sobrenombre artístico de Batem. Un artista superdotado de tan solo 26 años al que el propio Andre Franquin eligió personalmente para tomar la batuta gráfica de la colección. Y no se equivocaba en absoluto. El apartado artístico de La cola del Marsupilami derrocha tal calidad, detalle e imaginación visual que sorprende que fuera obra de un casi debutante. Porque si bien mimetiza la esencia del trazo de Franquin –sin llegar jamás a la copia descarada– desde la primera página marca un estilo propio y único que conecta de inmediato con el lector.
Su diseño de nuevos personajes –que en este álbum son unos cuantos– es brillante, así como su manejo de los escenarios –algo esencial en una obra ambientada en la selva– y la gestualidad y facilidad para el gag físico y el slapstick. Consigue lo imposible, que no echemos de mano a Franquin y que disfrutemos de una obra detallada, vibrante y sorprendente de la primera a la última página. Algo a lo que ayudan los colores de Vittorio Leonardo quien fue uno de los maestros del propio Batem en su educación artística y la persona que enseño a Andre Franquin planchas y dibujos del joven dibujante.

De Palombia al estrellato
La labor de Batem en este debut le llevó a convertirse en el dibujante fijo de la serie. Una labor que lleva ejerciendo desde 1987 primero con la ayuda y guía de Franquin y desde la muerte de este en 1996 ya en solitario. A día de hoy son 33 los álbumes que ha firmado como dibujante, mejorando página a página y perpetuando la memoria de un personaje que pese a su larga trayectoria ha sabido llevar a las nuevas generaciones una y otra vez. Y es que cuando el material base es bueno y quienes llevan a cabo estas continuaciones no auspiciadas por el creador original respiran amor al medio, el resultado posible solo es un trabajo sólido y que sabrá llegar a los lectores.
Algo que puso de manifiesto La cola del Marsupilami, uno de los álbumes más vendidos de todos los tiempos y un punto de entrada inmejorable para quienes quieren conocer al personaje y su mundo sin la necesidad de conocer el background previo, ni haber leído ni una sola página de Spirou y Fantasio. Ya sea para lectores más jóvenes o para amantes de la BD clásica -de la que estos primeros álbumes bebían y mucho– estamos ante un trabajo maravilloso y disfrutable más de tres décadas después de su publicación. Un trabajo disfrutable gracias a la labor de la Editorial Base quien a día de hoy tiene los derechos de la serie.

Sobre la edición de La cola del Marsupilami
Editorial Base publica este La cola del Marsupilami en una edición en tapa dura –y tamaño europeo– sin sobrecubiertas. En el interior papel –brillo– y reproducción gráfica de máxima calidad. El tomo no incluye ningun extra.

La cola del Marsupilami
Edita: Base editorial
Autor: Andre Franquin, Greg, Batem, Leonardo
Editorial original: Marsu Productions
Material original: La Queue du marsupilami
Formato: Tapa dura
Tamaño: 22 x 29,7 cm
Páginas: 48
Interior: color
ISBN: 9788417760946
Precio: 14,00 €
La cola del Marsupilami
NUESTRA NOTA - 80%
80%
¡Houba!
Uno de los debuts más exitosos de todos los tiempos en el francobelga. Franquin capitaneando un barco lleno de grandes talentos que dio como resultado un clásico instantáneo que a día de hoy aún es más que disfrutable.