Hablamos del tomo Los hombrecitos 2004-2011 recientemente editado por Dolmen. Volumen final de una de las series de BD más icónicas de la Editorial Dupuis tras más de cuatro décadas de brillante trayectoria. Un adiós por todo lo alto a manos del historietista Pierre Seron.

Los hombrecitos 2004-2011, el fin de una época
Llegamos al fin al tomo Los hombrecitos 2004-2011, último volumen de esta genial serie comandada por Pierre Seron. Autor pese a su más que demostrable trayectoria, su regularidad envidiable y un talento fuera de toda duda, siempre fue considerado una especie de verso libre dentro del panorama de la BD. Un historietista que desde que cogió las riendas como autor completo de Los Hombrecitos la mantuvo al margen de toda corriente imperante en todo momento. Esta libertad tuvo dos consecuencias de un cariz totalmente opuesto. Por un lado la colección se convirtió en el campo de juegos, y de experimentación, de un autor que estaba buscando los límites de la BD Juvenil.
Algo que en ocasiones funcionada y en ocasiones –más de las que hubiera querido el autor– no tanto. No obstante, siempre ofrecía algo diferente al lector y el nombre de Seron era garantía de sorpresa. Esto hizo que a partir de un momento la propia editorial Dupuis –hay quien dice que azuzada por el mismísimo Andre Franquin– empezara a dejar a Serón al margen. Y es que si bien en un primer momento sus aventuras de Los Hombrecitos se editaban en Le Journal de Spirou, a partir de la última época de la serie pasaron a ser editadas de manera directa en álbum. Y en muchas ocasiones sin la más mínima promoción en las páginas de la revista madre al respecto. Mención aparte merecen los álbumes de la serie publicados por la editorial Soleil.

Un cierre repentino
Esta estrategia hizo que en su tramo final, más concretamente en sus últimos dos álbumes, Serón mostrara cierto agotamiento y desgana. Algo que nunca había hecho presencia en una serie que había hecho de la experimentación y la sorpresa su mayor baza. Por eso es fácil ver esa creatividad desbocada de los dos primeros álbumes de este Los hombrecitos 2004-2011 en contraposición del piloto casi automático de Castillo Monterrugoso y el tono melancólico y triste de Eslapion 3. Quizás consciente de su posición en la editorial y el nulo apoyo que esta prestaba a Los Hombrecitos, Seron cortó por lo sano con un final anticlimatico que llegaba en un momento artístico alto para el autor.
Aun con todo lo expuesto arriba, el historietista ofreció un canto del cisne a lo largo de cuatro álbumes cuyo nivel artístico no desmerecía de las mejores épocas de la serie. Eslapion 3 salió a la venta en 2010 y hasta su repentina muerte en 2017, Seron no volvió a tocar a unos personajes que por derecho propio y pese los intentos de unos y otros, formaban ya parte de la historia del noveno arte. Quizás no como obras maestras, pero si como una serie de largo recorrido que supo mantenerse más de cuarenta años rayando un nivel artístico que, simplemente, no estaba al nivel de otros historietistas más conocidos. Pasemos a analizar estos últimos cuatro volúmenes.

Operación C.I

Tras una llamada de auxilio, Renaud y sus amigos tienen que rescatar al Doctor Hoedegger. Lo que parecía un intento de secuestro se destapa como la punta de lanza de una conspiración conde una misteriosa raza de seres híbridos comandada por el Profesor Cuarzo pretende llevar a cabo un maquiavélico plan. Quieren robar el intelecto a los mayores cerebros del planeta. ¿Serán capaces los hombrecitos de frenar a estos misteriosos enemigos y frustrar su plan?
Primer volumen de este Los hombrecitos 2004-2011. Fiel a su estilo, Seron ofrece un cambio total en temática respecto a los álbumes precedentes y a los que vendrían después. En esta ocasión construye la historia sobre el género de la ciencia ficción –de ecos muy clásicos– pero introduce como elemento distintivo –algo que era recurrente en el autor– toneladas de humor absurdo y una leve pincelada de crítica social. Un álbum terriblemente entretenido, lleno de enredos y con algunos gags bastante memorables. A veces se le ha acusado a este álbum de ser un sinsentido, pero nada más lejos de la realidad. Serón siempre fue un rebelde que no se adhería a las corrientes imperantes en cada época y este álbum es la máxima expresión. La trasgresión, acompañada de la solidez y la calidad autoral.
En nombre del hermano
Tras una demostración acrobática en la cuerda floja, Oliver cae al vacío y parece haber muerto. Renaud y Stan –hermano gemelo del desaparecido– iniciarán una búsqueda para encontrar algún rastro del cuerpo que les lleve a asegurar si está vivo o muerto. Una búsqueda que se vera interrumpida cuando un atacante misterioso empiece a atacar al propio Renaud intentando acabar su reputación y posteriormente con su vida. ¿Quién esta detrás de estos ataques? ¿Están relacionados con la desaparición de Oliver? Sin credibilidad y sin amigos, nuestro protagonista iniciará una casi imposible búsqueda de la verdad.
Una aventura de enredos, intriga y malentendidos con todos los signos autorales de Seron. Un autor que nunca tuvo ningún problema en demoler a sus protagonistas o incluir situaciones que trasgredían -y no poco- los rígidos tropos que la editorial Dupuis imponía a sus autores. En nombre del hermano tenemos un álbum vertebrado sobre el tema la venganza ciega y en el que el autor compromete a sus protagonistas con un sinfín de situaciones bastante extremas. No deja de tener un sabor bastante clásico y mantiene el tempo de la trama con un pulso bastante cuidado no sosteniendo el golpe de efecto sobre un único giro. Gráficamente, como todos los álbumes de este integral, tenemos al autor en pleno uso de su lápiz. Un lápiz que si bien no era espectacular o especialmente novedoso, cumplía a la perfección.

Castillo Monterrugoso

Procedente del Castillo Monterrugoso, el Caballero de la Garlopa llegará a la ciudad subterránea de Eslapion2 en busca de ayuda. Cuando Renaud acceda a echar una mano se encontrará en mitad de un duelo sin cuartel entre el Barón de Monterrugoso y su enemigo mortal, Crapulón. Una disputa en la que los hombrecitos se verán peligrosamente comprometidos para la gente de estatura normal. ¿Cómo podrán salir del apuro sin desvelar su existencia al mundo?
En Castillo de Monterrugoso Seron recupera personajes que ya habían aparecido en el universo de los hombrecitos durante la década de los ochenta. No obstante y lejos de seguir una línea continuista o hacer una secuela al uso, subvierte el contexto del álbum al que sirve de secuela. Y lo hace de una manera bastante tibia abriendo varias líneas argumentales que no llegan a tener el peso adecuado para convertir este álbum en una historia. El historietista abarca demasiado y se queda a medio gas brillando únicamente cuando usa el humor físico, o con su conclusión final que arroja una poco velada critica al expolio del patrimonio y su trasformación en atractivos turísticos.
Eslapión 3
Ante los últimos avances de la gente de estatura normal en busca de descubrir la sociedad de los hombrecitos, Renaud hará pública una noticia que cambiara para siempre su mundo y el de quienes le rodean. Durante las últimas décadas ha estado construyendo junto a gente de confianza Eslapion 3, una ciudad flotante que será la guarida definitiva para nuestros protagonistas. Una vez preparada, partirán a un nuevo y esperanzador futuro.
Cierre de este volumen Los hombrecitos 2004-2011 Eslapión 3 supuso el final a más de cuatro décadas de aventuras de Los Hombrecitos. Un cierre que fue agridulce tanto para el autor, quien se vio forzado a publicar directamente este tomo en formato álbum –y no seriado en JDS- como para los lectores quienes vieron un repentino anticlímax a una serie que hasta el último momento había mantenido su nivel. Eslapion 3 cierra círculo con un nuevo éxodo y con una aventura donde el hilo argumental es mínimo y en todo momento exuda una pátina de tristeza y el agridulce sabor de la despedida. Las últimas tres viñetas de esta aventura, sin duda, encogerán el corazoncito comiquetero a los lectores que hayan seguido la colección desde hace un tiempo.

Hasta siempre, hombrecitos
Quienes hemos seguido esta colección a lo largo de los recopilatorios de Dolmen, no podemos evitar sentir un sabor amargo al leer la última página de este Los hombrecitos 2004-2011. Hemos visto la increíble evolución de la serie durante más de cuatro décadas. Y la explosión y madurez creativa de un autor que empezó como un émulo de Franquin y terminó como una de las más raras avis del panorama de la BD del siglo XX. Hemos conectado y crecido junto a sus personajes y su mundo y descubierto la riqueza creativa de un mundo vibrante y lleno de vida. Y sobre todo hemos disfrutado del genio creativo de Seron un autor al que la historia parece haber relegado a un segundo e injusto plano.
Experimentador nato y creador inmune a presiones, modas o miedos, llevó los límites del noveno arte a cotas nuevas, Abrió caminos que luego han transitado decenas de autores y probó, a veces tropezando, nuevos horizontes. No era un autor superdotado ni un genio, era un historietista que amaba su profesión y que pese al desprecio de una industria a veces tan ciega como injusta, dejó un legado creativo que aún han de descubrir generaciones de lectores. Un legado que gracias a la valentía de un sello, Fuera Borda, de la editorial Dolmen, tiene su justo espacio en nuestras estanterías.

Sobre la edición de Los hombrecitos 2004-2011
Dolmen Editorial edita este Los hombrecitos 2004-2011 en un volumen de tapa dura sin sobrecubiertas. En el interior papel mate de máxima calidad y una reproducción gráfica sobresaliente. Como es habitual, el volumen viene con una buena cantidad de extras que incluyen planchas de Seron, reportajes e ilustraciones de portadas, junto a otros materiales varios.
Ficha tecnica de Los hombrecitos 2004-2011

LOS HOMBRECITOS 2004-2011
Edita: Dolmen Editorial
Autor/es: Seron
Páginas: 208 páginas.
Tamaño: 21 X 28 cm.
Formato: Tapa Dura
Interior: Color
ISBN: 978-84-18510-82-3
Precio: 29,95 €
LOS HOMBRECITOS 2004-2011
NUESTRA NOTA - 75%
75%
Pequeños pero enormes
Un cierre a la altura a una colección señera que es parte del noveno arte. Desconocida para muchos, Los Hombrecitos siempre sorprendió por su valentía y afán experimentador. Seron fue provocador, pero en ocasiones un genial creador al que merece la pena redescubrir.
Fundador de esta pequeña gran familia que es La Comicteca. Amante del noveno arte desde que aprendí a leer. Lector y escritor en proporciones variables y según el momento. En mitad de todo lo que sea cultura popular.