El miedo a una secuela siempre suele estar presente. Quizás por no estar a la altura del original o simplemente por poder perjudicarla de algún modo. «Marvels El ojo de la cámara«, secuela de la legendaria miniserie de los noventa «Marvels» es la excepción que confirma la regla.

Kurt Busiek y Alex Ross dejaron patente su calidad en «Marvels«. Convirtiendo su obra en un punto casi de referencia y una de las historias más recomendables de la editorial Marvel.
Antes de hablar de Marvels El ojo de la cámara, un poco de contexto. Ubiquémonos en la década de los noventa, más concretamente en el año 1994. Dos artistas se juntaron para llevar a cabo una obra que haría historia. Por un lado, el guionista Kurt Busiek, escritor de corte clásico y respetuoso con la continuidad e historia de Marvel. Por el otro el dibujante Alex Ross, poseedor de un trazo realista y autor de algunas de las portadas mas impactantes de la historia reciente del medio. Juntos ofrecieron al lector un punto de vista del género superheroico que hasta el momento los aficionados no habían visto.
«Marvels» se basó en una premisa simple pero atractiva. La miniserie era , ni más ni menos, la plasmación de cómo veríamos nosotros a esos superhéroes. Esos seres extraordinarios que podían volar, estirar su cuerpo, trepar por las paredes o lanzar un escudo simbólico. Verlos de una manera»real» lejos del prisma superheroico. Alejados de esa lectura a la que estábamos acostumbrados. Ahora compartimos el punto de vista del ser humano exento de dichos poderes. Quienes notaban que la cercanía de estos podía provocar asombro, respeto, cautela o miedo, en no pocas ocasiones.

Un bombazo en toda regla. Con excelentes críticas tanto por la historia como por el dibujo.
Aquí entramos, sin alargarme mucho –ya que merecería una reseña aparte-, en un tándem guionista/dibujante único. Esos en los que no puedes concebir la falta de uno de los componentes sin que la obra se resienta. Otro creador de historias como Busiek muy posiblemente no habría dejado tan alto el listón. Y del mismo modo otro dibujante que no hubiese sido Alex Ross habría podido mostrar esa cercanía que he mencionado. Esa sensación que te hace sentir uno más en esas planchas tan espectaculares.
A través de los ojos del fotógrafo Phil Sheldon iremos viendo lo que nosotros, meros mortales, sólo podríamos soñar. Los ojos de un simple fotógrafo de prensa con una vida normal y corriente. Testigo accidental de algunos de los momentos más memorables de la la casa de las ideas. Estos momentos son relatados en las páginas de «Marvels» desde esa perspectiva de alguien superado por lo que esta viendo. No es de extrañar que la carrera de Busiek y Ross se viese impulsada como dice el personaje de Pixar, Buzz Lightyear. ¡Hasta el infinito y más allá!

Y llegó la secuela, «Marvels: El Ojo de la Cámara».
Y justo 15 años después, en 2009, llegó la continuación de lo que nos ofrecieron Busiek y Ross en 1994. La editorial Marvel se tomó su tiempo, todo sea dicho, tres lustros no suele ser lo normal en estos casos. Sobre todo por ese miedo, que igual pudo haberlo, de «perjudicar» a la primera obra si esta en concreto llegaba a ser un desastre absoluto. Algo que se alejara totalmente de lo ofrecido a primera instancia.
Una secuela que resultara ser una más del montón. Algo a lo que por desgracia nos tiene nos tienen acostumbrados en la casa de las ideas. Para ello había que tener aseguradas dos cosas. Un guionista efectivo y un dibujante reflejase el mundo que había dejado constancia Alex Ross. Un mundo REAL. De ahí que la elección de Marvel fuese la acertada en este caso.

Vuelve Kurt Busiek al guión, acompañado de Jay Anacleto en el dibujo.
Nuevamente el guionista se hacía cargo de la historia. Pero en ahora no era el dibujante de «Kingdom Come» quien corría a cargo de los lápices, si no Jay Anacleto. Difícil reto el que tenía por delante, todo sea dicho, pero que en cierta manera llega a cumplir. No imita a Ross, pero su estilo propio casa con la historia, ya que hablamos nuevamente de un grafismo realista. Ni que decir tiene que si entrásemos en comparaciones tendría las de perder Anacleto. Pero otro dibujante es muy posible que no hubiese mostrado de manera tan eficiente lo que Busiek quería contarnos.
Volvemos a la esencia y la magia que nos mostró «Marvels«. El mundo realista de los Superhéroes nuevamente de la mano de Phil Sheldon. Un personaje que vas viviendo sus decepciones, sorpresas, hastío de la vida incluso, problemas sociales, etc. Es decir, lo que vimos en primera instancia en los noventa pero aquí aumentando las posibilidades y ahondando todavía más. Pero ¿Que formula siguió Kurt Busiek para salir airoso de este reto creativo? ¿Como consiguio no sonar repetitivo y convertir esta secuela en una obra notable?

Referencias y drama a partes iguales.
Kurt Busiek debió echar toda la carne en el asador en Marvels El ojo de la cámara. Sus múltiples referencias a momentos icónicos vuelven a estar presentes multitud de veces. Algo que irá reconociendo el marvelita de pro conforme vayan avanzando las páginas. Pero no todo son referencias. El tono de esta secuela se vuelve más dramático si cabe.
Si bien es cierto que el dramatismo ya estaba presente en Marvels. Concretamente en la figura de Phil Sheldon y una circunstancia personal que no tarda mucho el guionista en mostrar en las paginas de la obra. Un detalle que desde luego marca al lector, viendo esa humanidad tan cercana que impregna en los diálogos y hechos que se van sucediendo constantemente.

Un cierre digno y recomendable de leer.
Es cierto que «Marvels» se podría leer de forma cerrada. Pasa con muchas cosas. Voy a poner un ejemplo para los cinéfilos. Tú puedes ver por ejemplo, a no ser que te duermas por aburrimiento –conozco a gente que le ha pasado-, Blade Runner. Y puedes pasar olímpicamente de su secuela. Saber que existe y que se hizo, pero tu cerebro no admite que exista esa continuación y esa historia. Tú como lector puedes quedarte con la historia de 1994 de Busiek. Y si no lees esta secuela, tampoco pasaría nada.
Te quedarías con la obra referencial y alabada por críticos y lectores. Pero no es menos cierto que no hablamos de una mala secuela ni mucho menos. El Universo de Phil Sheldon se amplía notablemente. Y hay un aporte de datos e historias que además han sido hechas por el mismo guionista. Con lo que sí se podría hablar de una lectura conjunta de «Marvels» y «Marvels: El Ojo de la Cámara». Y a eso habría que sumar que tenemos un cierre completo, lo cual es elogiable por parte del guionista.

Sobre la edición de Marvels El ojo de la cámara
Panini comics edita Marvels. El ojo de la cámara en un magnífico tomo en tapa dura sin sobrecubiertas. El interior con páginas en acabado brillo en papel de máxima calidad. Como extras se incluye un prólogo de Julián Clemente y portadas seleccionadas.

Marvels. El ojo de la cámara
Edita: Panini Comics
Autores
Kurt Busiek, Jay Anacleto
Número de páginas
152 pp
Tamaño
17X26
Contiene
Marvels: Eye of the Camera 1-6
Formato
Tomo en tapa dura
Interior
Color
Precio
20,00 € en Amazon -Un 5% de descuento para lectores de La Comicteca-
ISBN
9788413343020
BOLA EXTRA
NUESTRA RESEÑA DE MARVELS FACSÍMIL
Marvels. El ojo de la cámara
NUESTRA NOTA - 70%
70%
¡Marvelosa!
Secuela de la miniserie "Marvels" muy recomendable por la labor del guionista Kurt Busiek. Acompañado por el dibujante Jay Anacleto, que sin ser Alex Ross cumple con su cometido.

Algunos devoran almas, otros hamburguesas, a mí me dio por los cómics a tierna edad y ahí sigo.
Igual leyendo a un hombre trepar paredes, blandir un martillo mágico, o ser un maestro del disfraz en una agencia secreta, lo que acababa en mis manos ahí iban mis ojos.