Hablamos de Matar a la bestia, un thriller policiaco de primer nivel con sabor patrio escrito y dibujado por José Antonio Pérez (Jape) y recién editado por Evolution cómics.

De un extremo al otro… y brillando en ambos
Al igual que a muchos de vosotros, lo primero que se me viene a la mente al escuchar el nombre de José Antonio Pérez –también conocido como Jape-, autor de Matar a la bestia, es su exitoso canal de Youtube 365 Bocetos. Una comunidad que sobrepasa –y por mucho– los dos millones de seguidores y que está dedicada a los tutoriales de dibujos orientados a los más pequeños de la casa. Su obra Como dibujar Kawaii ya ha llegado a la tercera edición y se ha convertido en un libro de referencia para los jóvenes amantes del dibujo. También ha editado libros sobre como dibujar manga o como dibujar chibi, siempre en la misma línea amena y didáctica.
Esto había ligado su imagen artística a un estilo bien concreto y a un público objetivo bien definido. Por eso las primeras páginas de esta obra que hoy analizamos llamaron mi atención poderosamente. El cambio de estilo –casi radical– y de temática me llevaron a hacerme con la obra para dejarme sorprender con lo que pudiera venir. Y la sorpresa fue mayúscula, y para bien. Y que lo que encontré fue un thriller oscuro con un tono cercano a True Detective con un apartado gráfico de impresión de esos que te atrapan desde la primera página y dejan una huella duradera y ganas de mucho más.

Una bestia anda suelta
Un asesino en serio anda suelto y sembrando el pánico por la ciudad de Sevilla. Antonio, un veterano policía, y su joven compañero Juan, iniciarán una investigación que les llevara a un abismo tan profundo como peligroso que pondrá en juego sus vidas, según vayan estrechando el cerco sobre la bestia. Sobre esta premisa –común, por otra parte– Jose Antonio Pérez perfila un thriller modélico que se desmarca de los tópicos por su ambientación –en la ciudad de Sevilla– y por el tono realista y reconocible que exudan sus protagonistas. Ya que acostumbrados a consumir este tipo de obras venidas del otro lado del charco, Matar a la bestia es un soplo de aire fresco bien recibido.
La obra pivota entre dos ejes principales, su acierto a la hora de construir personajes creíbles y realistas y su MAGNÍFICA ambientación a lo largo de la obra. El primer punto aprovecha esta diferenciación y sello patrio que consigue un nexo de unión con el lector al sentir este una conexión casi inmediata con un mundo que no le es ajeno ni impostado. La historia podría estar ambientada en cualquier ciudad española. El segundo punto consigue que prácticamente todos los escenarios de la obra tengan una densidad gráfica y un realismo que haga que –casi– sintamos el calor, el olor o la opresión de los mismos. Algo que se sostiene en la magnífica labor gráfica de Jape que encadena un acierto detrás de otro con sus lápices.

Una bestia a los lápices
Desde la primera página el autor opta por un tono que recuerda al de otros dibujantes nacionales como David Aja o Javier Rodríguez. Una línea clara de corte realista que aúna el trazo más sintético sin renunciar en ningún momento al detalle. Este detalle es más palpable en los fondos –algo que queda claro con la primera página de la obra– que en los personajes, los cuales tienen rostros más esquemáticos. Eso sí, sin renunciar en ningún momento a una expresividad que a lo largo de Matar a la bestia es de una elocuencia aplastante. La construcción de página es un corte clásico de tres filas que, si bien no arriesga, mantiene un buen ritmo narrativo constante.
Otros de los puntos fuertes –para mí el que más– es la labor de coloreado de la obra. Una labor que destaca por su uso cromático, siempre acertado a la hora de reforzar la ambientación/iluminación de cada escena. Algo que lleva a cabo con un coloreado plano –sin degradados– y recurriendo en la mayor parte de la obra a una paleta de colores apagados que refuerza el tono agobiante del conjunto. Sirvan como ejemplo las imágenes que acompañan a esta reseña. En un cómputo global, el dibujo es de notable alto y demuestra una versatilidad enorme que sorprenderá a quienes conociéramos a Jape desu faceta didáctica. Los nuevos, igualmente, quedarán embelesados.

Un thriller con mayúsculas que deja sin aliento al lector
En conclusión, estamos ante un thriller policiaco de primerísimo nivel de esos que se devoran de una tacada y dejan con ganas de más. El tempo narrativo es magistral y va apretando poco a poco al lector hasta dejarle prácticamente sin aliento en su asfixiante tramo final. No obstante, el otro punto de la obra, el de la construcción de personajes, también brilla de una manera especial. Y es que no solamente estamos ante un thriller de manual, sino ante una obra que ahonda –y mucho– en la construcción y desarrollo de sus protagonistas. Otro de los puntos fuertes de esta obra.
Todos y cada uno de los personajes –secundarios o no– están pincelados de un modo magistral y exudan veracidad en cada viñeta. Algo que unido al aspecto gráfico que comentábamos arriba y a la ambientación patria convierten a Matar a la bestia en una de esas rara avis que de cuando en cuando tenemos la suerte de que aparezcan en las librerías. ¿Alguna pega? Pues sí y no. La obra se lee del tirón y al cerrar el tomo tienes ganas de seguir leyendo sobre los personajes y su mundo. Algo que esperemos tenga remedio con una continuación. Por pedir que no se diga. ¿No?

Sobre la edición de Matar a la bestia
Panini cómics edita Matar a la bestia en un volumen de tapa dura sin sobrecubiertas a través de su línea Evolution comics. En el interior papel y reproducción gráfica de máxima calidad. No incluye material extra.

Matar a la bestia
Edita: Panini cómics
Autor/es: José Antonio Pérez (Jape)
Fecha de lanzamiento: 24 nov 2022
Páginas: 144 pags.
Tamaño: 18×27.5 cm.
Formato: Tapa Dura
Edad: 14+
Interior: Color
ISBN: 9788411015882
Precio: 20,00 €
Matar a la bestia
NUESTRA NOTA - 85%
85%
NOTABLE ALTO
Un modélico y asfixiante thiller con sabor patrio que agarra al lector del cuello y no le suelta a lo largo de toda la obra. Con un dibujo destacable y una ambientación de lujo, estamos ante una de esas rara avis que de cuando en cuando nos sorprenden y para bien.