Continuamos con las aventuras del trepamuros venido del Universo Ultimate. En esta ocasión con Miles Morales: Spider-Man 8 editado por Panini Comics, un número repleto de acción y emotividad.

Miles Morales y su tío antihéroe codo a codo.
Doble grapa de mano de la editorial Panini. En esta ocasión con doble numeración en la portada, ocho de la nueva andadura y treinta y siete de la global. Comprendiendo la segunda y tercera parte de esta historia denominada «Ultimatum». Al final del anterior número Miles Morales descubría entre sombras a un francotirador que iba -evidentemente- a cometer un asesinato. De ahí que la sorpresa le llega de la mano de su tío Aaron, a la par mercenario, que es quien porta dicha arma. Recordemos que dicho pariente estuvo presente desde los inicios del personaje, teniendo siempre una relación complicada tanto con el progenitor de Miles como con él mismo en su versión heróica. De ahí en adelante lo hemos podido disfrutar más veces -con trajes diferentes-, en esta ocasión con un traje similar al de El Merodeador y que tanto juego da en esta aventura.
Saladin Ahmed continúa con la batuta de esta colección en cuanto a los guiones, y que nos dure la verdad, porque está dando bastante más jugo y entretenimiento que lo que nos ofreció Bendis en los últimos tiempos. Harina de otro costal es el campo del dibujante, no tanto por Javier Garrón que lo sigue haciendo de fábula, pero increíble es que en el segundo número de esta grapa nos encontremos no solo a él, ¡SINO A DOS DIBUJANTES MÁS!. En las páginas 3-8 a Kevin Libranda y a Alitha E. Martínez en las 9-13. La única explicación posible, que supongo que será esa, es que Garrón no pudiese cumplir los plazos por exceso de trabajo o algo similar. ¿Hacían falta dos para terminar con un total de tres dibujantes veinticuatro páginas?.Tampoco es que sea algo muy negativo una vez terminada la historia, pero es un tanto curioso.

The Warrios+John Wick 3
Con Miles Morales buscando a ese personaje llamado Ultimatum –venido precisamente de ese Universo– y su tío con el encargo de un asesinato de un mafioso (precisamente encargado por el susodicho) entramos en el típico y bien agradecido encontronazo entre los dos. Pelea entre tío y sobrino que ya va siendo algo casi habitual entre los dos cuando se encuentran con sus alter ego. De ahí en adelante nos encontramos con un villano que pone a ambos en dificultades y un incumplimiento de contrato por parte de Aaron que conlleva a un corre que te pillo –al ponerle precio a su cabeza– digno de las películas The Warriors. Más concretamente del final de John Wick 2 e inicio de la siguiente entrega. Intentando pasar desapercibidos con multitud de asesinos a sueldo o mercenarios que les harán pasar dificultades antes de poder llegar a la meta.
Algunos más ridículos que otros, como el Faraón de Escarcha. Pero en líneas generales lo que importa sobremanera y lo lleva a buen puerto el guionista, es la unión y acercamiento entre Miles y su tío. Tanto por las conversaciones que tienen entre los dos como la manera de salir adelante por los obstáculos que tienen delante. Todo ello para un final que deja buen sabor de boca. Uno en el que Aaron tiene algo pendiente con Ultimatum –que dará que hablar en posteriores números– y el nacimiento de la hermana de Miles Morales. Con una Splash-Page bastante enternecedora. De momento una colección que está dando buenos momentos y que parece que va a seguir siendo así a tenor de lo que Saladin Ahmed tiene planeado para el futuro.


Miles Morales: Spider-Man 8
Edita: Panini Comics
Autores: Javier Garrón, Saladin Ahmed
Número de páginas: 48 pp
Tamaño: 16,8 X 25,8
Contiene: Miles Morales: Spider-Man 12 y 13
Formato: Grapa
Interior: Color
ISSN: 977000555000800008
Precio: 5,00 €
Miles Morales: Spider-Man 8
NUESTRA NOTA - 70%
70%
Recomendable
Saladin Ahmed y Javier Garrón siguen a buen nivel en la colección de Miles Morales: Spider-Man. En esta ocasión en una aventura donde la acción no cesa hasta un final que ampliará el mundo de nuestro héroe.

Algunos devoran almas, otros hamburguesas, a mí me dio por los cómics a tierna edad y ahí sigo.
Igual leyendo a un hombre trepar paredes, blandir un martillo mágico, o ser un maestro del disfraz en una agencia secreta, lo que acababa en mis manos ahí iban mis ojos.