La editorial Barbara Fiore edita Palimpsesto, una desgarradora obra de Lisa Wool-Rim Sjöblom que plasma en una imprescindible novela grafica la búsqueda de una identidad que se alargó durante varios años a través de varios continentes.

Un drama que forma parte de la lo cotidiano
palimpsesto
Nombre masc. Manuscrito en el que se ha borrado, mediante raspado u otro procedimiento, el texto primitivo para volver a escribir un nuevo texto.
El comic en ocasiones alumbra obras que sirven como un aviso sobre lo fatuo de la condición humana. Recordatorios que en forma de viñeta nos sacuden y nos arrojan a la cara una verdad incomoda de la que no queremos ser testigos, pero de la que formamos parte activa. Novelas gráficas que una vez terminada su lectura maduran, echan raíces y nos cambian por dentro de una u otra manera. El año pasado analizamos Sabrina, de Nick Drnaso, quizás el más claro exponente de esta corriente del noveno arte en el presente siglo. Una obra demoledora que diseccionaba el zeitgeist que nos ha tocado vivir de un modo tan acertado como brutal. Menos ambiciosa en fondo pero igual de acertada en forma es Palipmsesto, la obra que hoy analizamos. Un viaje en busca de una identidad perdida a un lugar en el que jamas podremos encontrarla.
Desde el final de la guerra de Corea se estima que más de 200.000 niños y niñas coreanos han sido adoptados por familias extranjeras. Un número desproporcionado de vidas humanas cuya identidad ha sido reescrita en un punto y aparte buscando llenar un vacío sin pensar las consecuencias de su acción. La historietista Lisa Wool-Rim Sjöblom es una de estas niñas que a finales de los setenta paso a formar parte de la opaca maquinaria de adopción del país asiático que la llevó a empezar una nueva vida en Suecia. Una nueva vida sostenida sobre una montaña de omisiones, oscurantismo burocrático y mentiras que supusieron un muro infranqueable cuando a partir de su adolescencia Lisa quiso ahondar más en sus orígenes familiares. Eso solo sería el comienzo de una odisea de final incierto que se prolongaría por varios años.

Una obra desgarradora y sincera con el dolor como motor creativo
Y es esa búsqueda la que la autora plasma en forma de novela gráfica en palimpsesto. Un trabajo magnificó que no busca la victimización propia sino la visibilización de un problema, y contar una historia vital que surge en la infancia y que se alarga hasta el presente. Y lo consigue en una obra autobiográfica amena y realmente humana que funciona tanto a nivel novela gráfica como obra reivindicativa. Una rara avis en un mercado donde estas temáticas suelen ser pasadas por alto. Y por ello un comic necesario que sirve como revulsivo entre la marea de lanzamientos mensuales que por desgracia pasan desapercibidos. Un trabajo cuyas numerosas virtudes –casi todas surgidas del carácter veraz del tema tratado– solapan a los pocos peros que se pueda poner al resultado final.
Quizás el mayor pero que se le pueda poner a Palimpsesto sea su particular aspecto gráfico. Porque si bien es una obra que se sustenta casi por completo sobre los textos, en ocasiones su dibujo, excesivamente simplificado, puede suponer un obstáculo. Lisa Wool-Rim Sjöblom opta por una línea cercana al cuento infantil reduciendo el trazo al mínimo tanto en las figuras humanas como en los fondos. A los dibujos no les falta gestualidad ni capacidad para expresar sentimientos, algo esencial en esta obra. Pero puede llegar a chocar que una temática tan cruda sea plasmada de este modo. No obstante esto es algo que choca solo en un primer momento llegando el lector a acostumbrarse rápidamente y no suponiendo ningún problema grave a la hora de disfrutar o meterse en la obra.

Palimpsesto, o el desgarrador viaje a ninguna parte
Estamos ante una obra desgarradora y llena de fuerza que sirve tanto de catarsis para la autora como de denuncia de un sistema corrupto y deshumanizado como es el de las adopciones en Corea. Una búsqueda desesperada de la identidad –en toda su extensión– de la protagonista. Palimpsesto no es solo una investigación sobre un origen concreto, estamos ante una disección sobre la mismísima condición humana y sobre lo que necesitamos para sentirnos completos. Una obra inmersiva que arrastra al lector a un abismo insondable sin conmiseración alguna. Un crescendo sentimental para enseñarle una verdad incomoda de la cara oculta de las adopciones. O como aquello que puede dar la felicidad a una persona puede destrozar a otras tantas como daño colateral.
Palimpsesto no es una obra amable con el lector, ni esa es su intención. Su amargo tramo final y su conclusión son demoledores tanto por lo que significa para la propia autora como para las decenas de millares de personas en una situación similar. El mensaje es claro y directo. Y el lector no podrá evitar cerrar esta novela gráfica sin plantearse algunos problemas sobre los que hasta ese momento solo habrá caminado de puntillas. No estamos ante una obra maestra pero sí ante una novela gráfica que refleja como pocas el sentimiento de desolación en el noveno arte. Una obra necesaria y valiente que toca sin tabúes una problemática tan extendida como soterrada para la sociedad. La enésima afirmación de que el comic, como medio contestatario, es un vehículo que todavía tiene mucho que contar.

Sobre la edición de Palimpsesto
La editorial Barbara Fiore edita Palimpsesto en nuestro país en un tomo cartoné con solapas. En el interior papel de acabado mate de máxima calidad. El tomo no incluye extras.

Palimpsesto
Edita: Barbara Fiore
Autora: Lisa Wool-Rim Sjöblom
Formato: Rústica con solapas
Tamaño: 16*23 cm
Páginas: 160
ISBN: 978-84-16985-09-8
Precio: 20,00 €
Palimpsesto
NUESTRA NOTA - 75%
75%
Desgarrador
Una obra desgarradora y sincera que sirve como denuncia de una situación que afecta a millones de personas, la traslación autobiográfica de un drama que se alargó durante años. Un comic diferente al que merece la pena dar una oportunidad.
Fundador de esta pequeña gran familia que es La Comicteca. Amante del noveno arte desde que aprendí a leer. Lector y escritor en proporciones variables y según el momento. En mitad de todo lo que sea cultura popular.