Dibbuks nos trae Skip, una obra muy interesante con tintes de fantasía orquestada por la historietista Molly Mendoza. Un extraordinario viaje sensorial a través de una cascada de dimensiones en busca de un camino al hogar.

Antes de nada, aclarar que en esta reseña de Skip nos dirigiremos hacia los personajes sin atribuir género masculino o femenino, al igual que lo hace la obra, atendiendo a la diversidad que la autora ha querido darle.
Skip, una odisea surrealista del noveno arte.
Skip comienza con una escena in medias res, que nos presenta el mundo distópico en el que nuestrx primer protagonista, Bloom, vive en una cabaña al lado de un lago con Bee, unx señxr que lx acogió tras una catástrofe de la que no se explica apenas nada. En un momento dado Bloom se quedará solx y al sumergirse en el lago accederá a otra dimensión. Allí se conocerá a Gloopy, su compañerx de aventuras. Juntxs explorarán una especie de multiverso bajo el propio lago que les llevará de un mundo a otro a la vez que se conocen e intentan superar sus propios miedos.
Estamos ante una obra con un arte descomunal pero con un guión quizás demasiado sencillo. Un monumental trabajo –en lo gráfico– que por momentos se apoya en exceso en el dibujo. Se tratan correctamente temas como la amistad y el autodescubrimiento personal, ejes argumentales indiscutibles de la obra. Aunque a veces algunas situaciones quedan forzadas, y con un evidente falta de contexto. Cierto es que no es importante para el desarrollo de la historia pero no habría estado de más que el guión profundizase en ello.

Molly Mendoza se descubre como un artista a considerar en el panorama indie
Como hemos comentado, Molly Mendoza firma como autora completa de este Skip. La norteamericana muestra una calidad enorme en el apartado gráfico con una gran imaginería a la hora de inventar nuevos mundos cada pocas páginas y una muy variada paleta de colores para ambientarlos. Y es que con tantos escenarios distintos, los colores son la clave para entender la diversidad de dimensiones en las que aparecen lxs protagonistas: lugares terroríficos, tecnológicos, fantásticos, realistas, etc. Todos ellos perfectamente definidos, dotados de vida propia y diferenciables en un golpe de vista.
Este entorno onírico se acentúa con un dibujo no muy detallado que juega con las formas y alarga las siluetas de las criaturas que aparecen. El conjunto de dibujo y color van siempre a favor de aumentar la sensación de irrealidad y psicodelia que con gran acierto se le quiere dar a la obra. Todo el apartado gráfico dota a la obra de un tono único donde lo meramente visual trasciende a lo sensorial. Algo que acentúa y refleja de manera sobresaliente esa sensación de «viaje» que vive tanto el propio lector como lxs protagonistas de la obra.

Gran edición para una buena obra algo descompensada
Con Skip estamos ante una obra muy pictórica que sobrepone claramente el apartado visual a la trama. Lo que, aunque nos deja con un guión que podría ser mejorable, no puede considerarse, ni mucho menos, como algo malo. Una obra muy interesante y entretenida para deleitarse con un gran dibujo y un color espectacular. Algo que pretende trascender la idea que tenemos de novela gráfica, y que, en parte, lo consigue.
Una experiencia casi sensorial que en ocasiones va un paso más allá de la narrativa convencional del noveno arte para regalarnos algo único. Un tomo en el que el lector debe dejarse llevar por el viaje que nos propone la autora. Un viaje alejado de lo que nos ofrece la industria «mainstream» del tebeo, y que sin duda alguna merece la pena. Un soplo de aire fresco para salir de la rutina y ampliar nuestra visión del medio.

Sobre la edición de Dibbuks
Dibbuks edita Skip en un tomo precioso en tapa dura sin sobrecubiertas. En el interior papel de máxima calidad calidad y gran gramaje. El tomo no incluye, al igual que su edición original, ninguna clase de extras.

Skip
NUESTRA NOTA - 65%
65%
Interesante
Una obra entretenida y visualmente muy potente con color espectacular con una historia llena de imaginería.