Hablamos del segundo y tercer tomo de El incidente Darwin, recientemente publicados por Distrito Manga, dos volúmenes en los que Shun Umezawa amplía el universo de la serie mientras abre nuevos –e interesantes– hilos argumentales para la serie.

Avanzando en la dirección correcta
Después de un primer volumen donde Mézala nos presentaba a Charlie –un humancé, un híbrido entre humano y chimpancé– como excusa para hablar de temas «graves» como el racismo o el especismo, volvemos con la reseña de los números 2 y 3 de El Incidente Darwin. Unos tomos donde el mangaka seguirá explorando los caminos abiertos anteriormente. Además de ampliar el foco de su discurso e ir acotando mejor los planteamientos filosóficos que ya introdujo anteriormente. Veamos sí lo consigue. En el volumen anterior dejamos a nuestro protagonista siendo detenido por la policía por una supuesta implicación de éste con los terroristas de la Alianza de Liberación Animal.
Una situación peliaguda de la que Umezawa saca partido desde el principio expandiendo sus tesis. Cómo Charlie no tiene identidad jurídica clara, la policía no puede retenerlo y así abre un nuevo frente al plantearse el autor, ¿qué es realmente Charlie a efectos legales?. Un debate con el cual da mayor valor a la figura de los padres adoptivos de Charlie. Además de servirle para poner el énfasis en los derechos de los animales. Dando, de paso, un contrapunto racional a los preceptos de los terroristas del A.L.A. Después de esto, el autor incide en el tema con un planteamiento ingenioso y divertido.

¿Qué o quien es Charlie?
Charlie deberá ganarse sus derechos socializando en el instituto. Ayudado por Lucy, sus intentos de tener amigos se verán obstaculizados por el ambiente enrarecido del instituto. Además de esto, la aparición de un personaje –Gale– supondrá un giro dramático de los acontecimientos, poniendo un fin brusco a este interludio simpático. Porque Gale es un estudiante introvertido que radicalizado por el A.L.A. es convencido para llevar a cabo una acción atroz. Una acción que tiene como único objetivo manipular las reacciones de Charlie, con el fin último de convertirlo en el líder de la banda terrorista. Un plan que es desmantelado por este y que le permite a Umezawa profundizar en la personalidad del humancé.
También en su pensamiento tan diferente de los demás personajes. El tercer número comienza centrándose en las consecuencias del acto de Gale. Charlie y su familia ya no son bienvenidos en el pueblo y los lugareños se lo hacen saber. A través de las reacciones de la gente del pueblo, Umezawa explora temas como el fanatismo religioso o como afrontar ser diferente en una sociedad que no te comprende. Unos temas trascendentes que el mangaka expone exhaustivamente –quizás con un excesivo uso de los diálogos– pero en los que intenta ser honesto. Dejando siempre que sea el lector quien saque sus conclusiones.

Equilibrando la trama a la perfección
Además de esta trama central, el autor no se olvida de la acción y como en los anteriores tomos, deja la segunda parte del volumen para esta. Una estructura sencilla para el lector que le funciona de manera perfecta. En este caso, seguimos con los planes del A.L.A. para atraer al protagonista a sus filas, mediante el secuestro de Lucy. Un rapto cuyo objetivo es hablar del pasado de Charlie. Además de guardar un objetivo oculto. Con un buen manejo de la narración y con un dibujo donde siempre queda clara la acción, Umezawa hace avanzar el manga con un buen ritmo. Acostumbrado a historias cortas, se nota que no tiene ningún interés en alargar las situaciones.
Si en el anterior tomo todo iba encaminado a resaltar el pensamiento y actitud “fuera de la caja” de Charlie, en este se centra más en su relación “particular” con sus padres y su amiga Lucy. Aprovechando el final de este tercer número para hacer evolucionar el entorno del protagonista. Y dejando de paso un final abierto con posibilidades a explorar muy interesantes. En definitiva, un tebeo destinado al público juvenil que engancha y toca temas importantes y delicados para el público que está dirigido. Y lo hace con una actitud clara y concisa, huyendo de realizar juicios de valores. Lo cual es de agradecer.

Sobre la edición de El incidente Darwin #2-3
Penguin libros publica El incidente Darwin #2-3 a través de su sello Distrito Manga en un tomo de tapa blanda con sobrecubiertas. En el interior papel y reproducción gráfica de máxima calidad. No tiene extras