Ponent Mon recupera Íncubos la primera obra en solitario del italiano Michele Penco. Una gran obra muy sorprendente inspirada en la obra de H.P. Lovecraft

Íncubos, un trabajo heredero de Lovecraft
Cuando hablamos de H. P. Lovecraft es evidente que sacamos a la palestra a uno de los escritores capitales a la hora de entender la evolución del terror literario. Un autor enormemente analizado y diseccionado que ha resultado muy influyente en la producción de una incalculable cantidad de artistas de todos los ámbitos. Su influencia abarca desde la literatura, el cine, la televisión, la música, y, claro está, el cómic. Dentro de esta última disciplina uno de esos artistas profundamente influidos es Michele Penco. Guionista y dibujante italiano que en 2009 debutaba en solitario con Íncubos, la obra que hoy nos ocupa y que homenajea la obra del escritor de Providence con una serie de historias cortas claramente inspiradas en su universo.
Por otra parte, ya que este mes se cumplen ochenta y cuatro años del fallecimiento de H.P. Lovecraft, desde La Comicteca aprovechamos esta efeméride y ensalzamos la figura de uno de los escritores más relevantes de la literatura universal. Michele Penco divide su obra en cuatro historias conclusivas de distinta extensión con tramas muy distintas, pero rondando siempre los mismos temas. Muy por encima y sin spoilers, podemos comentar que en El autorretrato, tenemos a un pintor con su lienzo; en La ciudad sobre el océano, un hombre se queda tirado en un pueblo solitario; en El modelo nos topamos con dos hombres en un estudio extraño; y en El ser del sueño un hombre cree que empieza a enloquecer.

Lo que importa en esta historia de terror
A simple vista se puede ver que existen algunas semejanzas entre los relatos de Íncubos. Y es que el esquema que encontramos es similar y recurrente en las historias de enormes autores del género de terror como son el propio Lovecraft, al que homenajea Penco, Richard Matheson o Stephen King: tratamos con personajes solitarios, situados en escenarios más o menos cerrados que se ven acosados y arrojados a unas situaciones extremas, sobrenaturales o terrenales, novedosas e incomprensibles, y cuyo único objetivo es huir de la amenaza, algo que no siempre consiguen. Y, en el caso de salvar el pellejo, las horribles situaciones que viven les marcan de por vida de una u otra forma. Unos personajes que, por lo que respecta a esta obra, no son importantes, de hecho, no sabemos ni sus nombres. Solo son el canalizador para transmitir las sensaciones que se pretende.
Y por el mismo motivo, podríamos decir que las propias tramas son, en cierto modo, secundarias. Lo único importante es lo que evoca al lector: el miedo, el desasosiego, la incomodidad, la tensión o la incomprensión ante lo que le sucede al protagonista. En esencia, da igual si se nos sitúa en un pueblo o en una habitación porque las emociones del lector al acabar las historias van a ser las mismas. Por otra parte, al estar frente a una obra que se basa en los trabajos de Lovecraft, el componente del terror juega con implicar en las historias distintos tipos de monstruos, y lo hace de forma muy inteligente, porque, aunque al final se puedan mostrar, el autor los insinúa continuamente mediante sonidos extraños, pisadas o arañazos en las puertas, y ahí es cuando consigue meterse al lector en el bolsillo.

Un debut muy notable
Penco alterna en Íncubos la narrativa propia del comic con una más literaria ayudándose de cajas de texto en referencia a una forma de narrar más lovecraftiana, en ocasiones hasta con elaboradas páginas únicamente con texto, lo que al girar la página resulta en un impacto visual muy certero. Y teniendo en cuenta que la obra está enfocada a modo de cuentos cortos, estamos ante una narrativa que beneficia al conjunto.Esta estética de cuento también se ve en las técnicas de dibujo y en su trazo definido. Todas las historias son en blanco y negro, a pincel, tinta china o rotulador. Con estas opciones de dibujo nos queda una gran diversidad estética entre las cuatro historias, pero con cierta homogeneidad.
Más allá de los materiales utilizados por el autor, dota a los personajes de cierta expresividad, aunque no brillan en demasía y un espectacular nivel de detalle en los entornos, ya sean paisajes, edificios u objetos a los que acompaña una notable capacidad narrativa y una buena variedad compositiva de página. Todo ello resulta en unos ambientes densos e incómodos que atrapan al lector rápidamente. Íncubos es una obra que habla muy bien de la pasión del autor hacia el género del terror y que hará las delicias de cualquier seguidor de Lovecraft. Una obra a reivindicar muy recomendable para lectores que quieran salir de su zona de confort y adentrarse en un mundo más oscuro.

Sobre la edición de Íncubos
Ponent Mon edita Íncubos en formato tapa dura y papel de calidad. Cuenta con dos prólogos: uno de Patricio Valladares centrado en la figura de Lovecraft; y otro de José E. Martínez donde nos habla del autor del comic.

ÍNCUBOS
Edita: Ponent Mon
Autor/es: Michele Penco
Formato: Cartoné
Tamaño: 216X298 milímetros
Páginas: 76 pp.
Interior: ByN
ISBN: 978-84-17318-48-2
Precio: 20,00 €
Íncubos
NUESTRA NOTA - 77%
77%
Lovecraftiano
Una obra inspirada en Lovecraft muy disfrutable con un apartado global más que aceptable. Realmente atmosférica y con un sentido del horror cósmico realmente bien capturado. Gráficamente una maravilla artesanal. Para los amantes del genio de Providence, un imprescindible. Para los demás... una joyita a descubrir