La editorial Gallo Nero añade un nuevo título de manga alternativo a su colección Gallographics. “Los sentimientos de Miyoko en Asagaya”. Obra del artista Shini´chi Abe, uno de los máximos exponentes del Watakushi o Manga del Yo.

Gallo Nero y Shin´ichi Abe
Desde que se fundó Gallo Nero en el año 2010, la editorial no ha dejado de sorprendernos con una exquisita selección de publicaciones. Comprometidos con su lema, “Publicaremos lo que nos gusta”, no temen en arriesgar con títulos difíciles ni rescatar artistas del soterrado olvido para los lectores en castellano. Hoy nos deleitan con “Los sentimientos de Miyoko en Asagaya” del mangaka Shin´ichi Abe. Pero los destacados hermanos Yosiharu y Tadao Tsuge o el mismísimo Yoshihiro Tatsume se incluyen también en su colección de manga. La producción artística de Abe, un hombre atormentado por una vida dominada por la pobreza, la enfermedad mental y el alcoholismo, no es muy prolija. Sin embargo, su calidad en el género que practica lo compensa con creces. Un género que muchos encuadran en el movimiento artístico japonés Gekiga. Término acuñado por Yoshihiro Tatsumi en 1952 y vocablo japonés para “imagen dramática”.
Abe es considerado además toda una autoridad en el Watakushi o Manga del Yo. Sin embargo, ambas corrientes artísticas –gekiga y watakushi-, en las manos de Abe van mucho más allá. Su estilo es único e irrepetible. Comenzó publicando en la revista underground Garo, una revista que se caracterizaba por no remunerar a sus autores a cambio de una total y absoluta libertad de creación. Hablamos de arte en estado puro, sin las ataduras de la exigencias comerciales. Las historias de Abe no sólo están cimentadas en el drama sino que se fundamentan en su propio drama y el de los que le rodean. Nos habla con increíble honestidad, valor e incluso con brutalidad de su vida privada. Abre a nuestros sentidos su mundo interior y da prioridad a la expresión de los sentimientos frente a una descripción objetiva de la realidad. Así es como veo yo a Abe.

Los sentimientos de Miyoko en Asagaya.
Esta obra de Shin’ichi Abe, publicada por Gallo Nero, es una recopilación de relatos cortos marcados por un fuerte realismo en cierto modo costumbrista. Todas sus historias captan momentos de la vida cotidiana. Tanto de su propia vida como la de su gente más cercana. En su mayoría pertenecientes a los círculos artísticos del Japón de comienzos de los años 70. Y lo hace en un escenario casi siempre común, el barrio literario de Asagaya situado al Oeste de Tokio.
“Los sentimientos de Miyoko en Asagaya” es el relato más icónico de Abe. Relato que abre la obra y da título al conjunto de las historias. Se trata de un desgarrador y durísimo monólogo de Miyo. El gran amor de Abe desde los 17 años y la que será su futura esposa. La lectura de este primer relato, el más representativo de su producción artística, ya nos pone de manifiesto cuál va a ser el carácter de toda esta obra.

La pasión está en el corazón de la vida humana
El phatos, la pasión o la emoción, es inmanente a la existencia humana y está comprometido en nuestros actos. Abe se deja llevar por su apasionamiento desmedido, violento e irracional. Pone al descubierto en sus narraciones, sin filtros y como nunca antes he visto, sus acciones más depravadas. Plasma momentos personales y extremadamente íntimos de su vida sexual con Miyoko. Y lo hace con una elegante delicadeza en las ilustraciones. Ilustraciones que no necesitan palabras pero que, no por ser sutiles y elegantes, restan crudeza a los execrables actos que el artista decide compartir con el lector. Se confiesa víctima de sus pasiones y de sus excesos con el alcohol. Muestra su arrepentimiento y sus intentos de enmienda.
Realmente Abe no vacila a la hora de exponer su vida de una forma abierta, descarada y provocadora. Quizá sea a modo de desahogo catártico de su angustia vital. En las viñetas prima la expresión subjetiva de los sentimientos y que se encuentra en escenas cotidianas de la vida. A través de su peculiar estilo artístico aborda la soledad, la miseria, la tristeza y la amargura que le invaden tanto a él como al colectivo artístico de su entorno. Trata con naturalidad y sin pudor temas éticamente controvertidos. Lo morboso, lo perverso y lo miserable. Las más bajas pasiones humanas, el sexo y los excesos están presentes en todos los relatos. Esta sórdida temática es una constante en toda la obra aunque sabe dejar un hueco para el amor.

El dibujo es el alma de la obra
Los diálogos o monólogos son escasos en algunos relatos y aunque complementan los dibujos, no son en absoluto, la pieza clave de la obra. Muchas veces se pudiera decir que son prescindibles. De hecho, Abe construye historias con dobles páginas ilustradas que no necesitan texto para trasmitir y evocar los sentimientos y emociones que el artista pretende. Por un lado se caracteriza por un trazo realista, acorde al género gekiga y nada parecido al manga al que estamos acostumbrados. Pero por otro, Abe no se acoge del todo al realismo gekiga de Tatsumi o Saito.
Los rostros son muy detallados, realistas y con marcadas expresiones faciales llenas de sentimiento aunque en alguna ocasión recurre a una deformación emocional de la realidad para reforzar ese sentimiento. Las siluetas de los cuerpos desnudos se dibujan con finas y respetuosas líneas que no sobrepasan la insinuación. En los paisajes fusiona trazos realistas con formas y pinceladas que son una interpretación muy personal del objeto o de un fenómeno natural como la lluvia o un tifón y que aportan movimiento al dibujo. Abe en sus ilustraciones muestra una diversidad estilística que lo hace único.

Conclusión
«Los sentimientos de Miyoko en Asagaya» no es un trabajo de fácil lectura. Se trata de una obra de culto, dirigida más bien a un lector con ansias de ver algo diferente, algo metafísico pero al mismo tiempo humano y trascendental. Abe comparte abiertamente con nosotros el drama de su propia existencia y lo hace sin esconder los detalles más íntimos y sórdidos de su vida.
Su estilismo gráfico y narrativo es único y me queda claro que no es para todos los públicos. Yo, sin embargo, os animo a que le deis una oportunidad. Es, sin lugar a duda, una obra singular que merece la pena leer e incluso leer varias veces. Porque es en los pequeños detalles donde Abe captura a la perfección la verdadera esencia del ser humano. En lo bueno y en lo malo.

Los sentimientos de Miyoko en Asagaya
EDITA: Gallo Nero
AUTOR: Shin’ichi Abe
TRADUCTOR: Yoko Ogihara y Fernando Cordobés
COLECCIÓN: Gallographics
FORMATO: 15 x 21
PÁGINAS: 272
ISBN: 978-84–16529-78-0
Los sentimientos de Miyoko en Asagaya
NUESTRA NOTA - 80%
80%
MUY INTERESANTE
Un manga alternativo de carácter realista y autobiográfico. Una obra que sorprende por la honestidad con la que el autor describe el drama de su vida y desvela de forma brutal, cruda y sin reparos los detalles más íntimos de su vida privada y los actos más sórdidos sin llegar a escandalizarnos.