Astiberri edita No te vayas sin mí. Una antología de historias cortas de la autora revelación Rosemary Valero-O’Connell que aúna lirismo y narrativa gráfica de un modo magistral. Poesía entre viñetas.

La excepción que confirma la regla
En ocasiones tenemos la fortuna de toparnos con comics que nos dejan una huella profunda. Obras que se salen de lo común y que amplían la narrativa hacia nuevos horizontes. No te vayas sin mí llegó a mis manos después de haber leído la magnífica Laura Dean me ha vuelto a dejar. Obra en la que Rosemary Valero-O’Connell ejercía como coautora e ilustradora demostrando una sensibilidad arrolladora junto a la guionista Mariko Tamaki. Cuando una obra –y más de este calibre– está elaborada a cuatro manos siempre queda en el aire si como piezas separadas los autores podrán funcionar de igual modo. ¿Conseguiría Valero-O’Connell brillar con luz propia como historietista completa? La respuesta es un simple y rotundo Sí.
Y lo hace apostando no por un trabajo que pueda evocar a su obra más conocida –y premiada– sino con una antología de relatos breves y de carácter marcadamente poético. Un tour de force en forma de tres relatos breves que pese a compartir algunos de sus tropos consiguen erigirse como piezas de un marcado valor individual. Piezas que navegan entre la fantasía onírica, la ciencia ficción pura, el cuento mitológico y la leyenda. Un salto al vacío afortunado en el que la autora pone todo su talento –que no es poco– al servicio de crear un universo propio y reconocible. Algo que consigue con creces mientras atrapa al lector de una manera magistral.

Cuando el lirismo y el realismo mágico se dan la mano
Abordar No te vayas sin mí es encontrarse con una obra que se escapa a toda clasificación formal y estilística. Ya que, aunque queramos encajar las tres historias por separado en géneros bien diferenciados, estas no son sino excusas para hacer una exposición de algunos temas recurrentes en la autora entre viñetas. Temas como la persistencia de la memoria, la perdida y el dolor que esta genera, el amor, la soledad, el hastío y como bajo todas ellas, por muy contradictorio que parezca, subyacen la vida y la esperanza como motor de todo. Temas terriblemente complejos de manejar por separado y que la historietista mezcla dando como resultado una suerte de poesía visual lírica que funciona a la perfección.
Algo que se ve ya desde la primera historia del tomo, titulada No te vayas sin mí. Un relato en el que dos amantes se buscan la una a la otra en una dimensión onírica en la que el precio a pagar por una pista que les conduzca a su reencuentro es la propia memoria y los recuerdos que tienen la una de la otra. Un relato imbuido de una aura de realismo mágico que consigue un crescendo argumental ejemplar y que sirve como declaración de intenciones de lo que los lectores van a poder degustar a continuación. Eso si, cambiando la forma de manera radical, pero manteniendo un familiar -y agradable- ruido de fondo para pasar a la segunda historia del tomo.

Tonos contrapuestos, almas gemelas
Lo que queda, que es como si titula, es la segunda pieza de este tríptico. Una historia que le mereció a la autora una nominación a los premios Eisner en el año 2017. Una nominación más que merecida, debo añadir. Este segundo relato nos coloca en mitad del desastre a gran escala de una nave espacial en mitad del cosmos. Una nave propulsada por recuerdos humanos que ha sufrido una explosión que ha condenado a un destino fatal a -casi- todos sus tripulantes. En mitad de este desastre una superviviente navegará entre los fragmentos de memoria de la «donante» mientras estos se desvanecen de manera ineludible en un último estertor. Ciencia ficción con alma de poesía y un tono cercano al Andréi Tarkovski más sideral. Quizás la mejor historia -y ya es decir- del tomo.
Con temor, con ternura, cierra el volumen con una historia que relata la leyenda de una giganta que ha permanecido en letargo durante siglos y cuyo despertar ha sido anticipado por una profecía. Una historia que cambia el tono intimista de las anteriores por un plantel más coral de protagonistas. Y por una visión llena de optimismo y vida que nuevamente esconde muchos niveles de lectura. Esta coda reduce intensidad respecto a sus predecesoras, pero firma un broche final lleno de luz. Algo que consigue con una narrativa menos clásica y cercana a la viñeta tradicional –como eran las primeras dos historias– y más cercana al gran formato, la splash-page y el hallazgo visual como leitmotiv.

Conclusiones y notas sobre la edición de No te vayas sin mí
Gráficamente Rosemary Valero-O’Connell sigue una línea continuista a sus anteriores obras. Esto es, un estilo de corte realista con un agradable toque «Disney» y repleto de detalles. El color de los tres relatos se sostiene en paletas de tono pastel y el minimalismo a la hora de desplegarlo. Algo que ayuda al tono intimista de la obra. No te vayas sin mí es una obra de una autora que ha demostrado su genio tanto en el rol coautora como en el papel de autora completa. Algo que la llevo a ganar el prestigioso premio Ignatz en 2020 en la categoría de mejor artista por este trabajo.
Un recital magistral de arte y sentimiento a partes iguales que coloca a la historietista en el radar de los aficionados al noveno arte. El paso de joven promesa a autora completa por la puerta grande. Una obra valiente que no opta por el camino fácil y que ampliara a muchos lectores la visión de lo que el noveno arte es capaz de conseguir cuando se posee una vis creativa única. Nosotros, desde luego no nos perderemos sus siguientes trabajos.
Astiberri edita No te vayas sin mí en un tomo formato rústica con solapas. En el interior papel de máxima calidad y una reproducción sobresaliente. Como extra, una breve biografía de la autora.

No te vayas sin mí
Edita: Astiberri
Autor/a: Rosemary Valero-O’Connell
Formato: Rústica con solapas
Tamaño: 17.0 x 24.0 cm
Páginas: 128 páginas. Color
ISBN: 978-84-18215-24-7
Precio: 15,00 €
No te vayas sin mí
NUESTRA NOTA - 85%
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¡Poesia en imagenes!
Poesía y lirismo entre viñetas a manos de una autora en estado de gracia que consigue una obra más que redonda. Una manera diferente de entender el noveno arte.
Fundador de esta pequeña gran familia que es La Comicteca. Amante del noveno arte desde que aprendí a leer. Lector y escritor en proporciones variables y según el momento. En mitad de todo lo que sea cultura popular.