Hablamos de El Castigador: Soviético, miniserie a cargo de Garth Ennis y Jacen Burrows. Una aventura que llevara al Punisher y un nuevo compañero a una feroz lucha contra la mafia. Un trabajo totalmente recomendable para todos los fans del personaje y su método de justicia.

El justiciero de la calavera
Desde su primera aparición, el The Amazing Spider-Man, la figura del Punisher ha despertado una fascinación morbosa en los lectores. Frank Castle es un hombre que ha sufrido mucho y sus intenciones son las mismas que las de cualquier superhéroe que conocemos. Sin embargo, sus métodos han sido cuestionados, puesto que emplea el asesinato, el secuestro, la extorsión, las amenazas y la tortura. Contempló lo terrible de la guerra y presenció como su familia fue asesinada delante de él. Algunos dicen que este suceso le trastornó de por vida, mientras que otros dicen que sus ansias homicidas siempre estaban presentes. Pero sin importar el motivo, Castle ha dado siempre que hablar y se ha convertido en una figura admirada por muchos y criticada por otros. En esta ocasión comentaremos El Castigador: Soviético, una obra a cargo de uno de los mejores escritores que ha tenido el personaje: Garth Ennis.
Parece ser que al Castigador le ha salido un imitador que sigue su misma táctica para limpiar la ciudad del crimen organizado. Tras encontrar a una docena de mafiosos rusos asesinados, Frank Castle irá a la búsqueda de este individuo que sigue su mismo modus operandi. Es aquí cuando conocerá a Valery Stepanovich, un soviético que años atrás estuvo en la guerra de Afganistán. Tras presenciar los horrores del frente de batalla y la tiranía de un oficial, el cual ahora está involucrado en negocios turbios, decide acabar con él y así vengar la memoria de sus compañeros muertos. Una estupenda historia con tintes bélicos, acción, disparos y persecuciones protagonizada por dos Castigadores; dos veteranos de guerra que buscan ejercer su justicia y convertir el mundo en un lugar mejor.

Ennis y el Castigador, una historia de amor mejor que la de Titanic
Cuando pensamos en autores del Castigador, rápidamente se nos vendrá un nombre a la cabeza: Garth Ennis. El norirlandés nos dejó una de las etapas más sensacionales, crudas, violentas e impactantes de Marvel en la colección The Punisher MAX. Pero también lo hemos visto en otras dos aclamadas series como son la popular The Boys (la cual cuenta con su propia serie en Prime Video) y Predicador para el sello Vertigo. Y en su bibliografía está Juez Dredd, Hitman, Hellblazer, War Story o Fury. En todas ellas se caracteriza por un uso extremo de la violencia, el humor negro, las palabrotas o la temática bélica; elementos que notaremos en esta obra.
Aquí Ennis nos ofrece todo lo que lo define, tanto para lo bueno como para lo malo. Porque reconozcámoslo: sus tebeos pueden herir la sensibilidad de ciertas personas. Pero es que eso es lo que esperamos de un personaje como El Castigador. En esta miniserie, no hace falta conocer todo el recorrido que el autor hizo en la línea MAX. Pero todos aquellos rasgos identificativos que encontramos en aquella etapa tienen aquí una continuidad. Y es que no es muy difícil distinguir cuándo un cómic lleva la firma de Garth Ennis. De hecho, en esta miniserie despliega un catálogo donde expone al lector todos los tropos que conforman su particular libro de estilo.

Un inspirado Jacen Burrows dando la talla
En el apartado artístico tenemos al dibujante estadounidense Jacen Burrows, quien comenzó como ilustrador de videojuegos y juegos de rol. Lo hemos podido ver en el famoso Grand Theft Auto: Vice City y en Dungeons & Dragons. En el mundo del cómic ha hecho trabajos con autores de la talla de Warren Ellis, Alan Moore y Garth Ennis. Además, en Marvel se ha encargado de diseñar las páginas para las series regulares del Caballero Luna y El Castigador. Su estilo bebe mucho de artistas independientes como Matt Wagner, europeos como Hergé y Moebius, y de manga como Osamu Tezuka. También se nota su inspiración en famosos directores de cine como Stanley Kubrick, Alfred Hitchock o David Lynch.
El Castigador Soviético muestra sin reparos la crudeza de la guerra, la espectacularidad de los tiroteos y las explosiones y la tensión de las persecuciones. Hay viñetas que beben mucho de los planos cinematográficos, la secuencia de las viñetas es muy dinámica y se nota el cuidado que el autor tiene por no crear ninguna ruptura en la narración gráfica, dándonos un resultado muy solvente y disfrutable. Esto se produce también gracias a la combinación de diferentes estilos de cómic y sus recursos con los elementos propios de las producciones audiovisuales. Puede gustar más o menos el trazo fino que maneja Jacen Burrows, pero no cabe duda de que su forma de contar y plasmar escenas en las viñetas es estupenda.

Sobre la edicion de El Castigador: Soviético
Panini Comics nos trae este El Castigador: Soviético tomo en tapa dura de 136 páginas por 18 €. Está dentro del formato 100% Marvel HC, el cual siempre nos ofrece grandes historias a un precio económico. Recopila al completo la miniserie Punisher: Soviet, que cuenta con un total de 6 números. Para separar cada capítulo, se emplea la portada original del número USA. Es de lomo curvo, lo que facilita su lectura, y las páginas de papel satinado tienen un buen gramaje. Sin duda, estamos ante un libro bien editado. Como extras, incluye varias portadas alternativas.

100% Marvel HC. El Castigador: Soviético
Edita: Panini Comics
Autores: Garth Ennis, Jacen Burrows
Número de páginas: 136 pp
Tamaño: 17X26
Contiene: Punisher: Soviet 1-6
Formato: Tomo en tapa dura
Interior: Color
ISBN: 9788413345352
Precio: 18,00 €
100% Marvel HC. El Castigador: Soviético
NUESTRA NOTA - 85%
85%
NOTABLE ALTO
Un buen cómic del Castigador en el que conoceremos a su admirador soviético y se nos mostrarán los horrores de la guerra. Una historia de venganza, guerra y dolor, tan cruda como la vida misma.
Redactora de La Comicteca. Grabo podcasts en A Hideo Kojima Podcast. También tengo un blog sobre cómics. Mutante y vigilante de Gotham City. También me gustan los gatos y el Alavés (sí, son datos intrascendentes).