Hablamos de La verdadera historia de Futurópolis, recién publicado por Dolmen Editorial. Un relato de excepción de uno de los fenómenos editoriales más relevantes de la BD moderna. Un ensayo unico a cargo de Florence Cestac.

La verdadera historia de Futurópolis, la pequeña gran revolución de la BD
Existe un antes y un después antes de la irrupción de Futuropolis en el mercado editorial francés. El proyecto personal nacido a comienzos de la década de los setenta, que echó a andar gracias a Étienne Robial y Florence Cestac. Primero en forma de librería especializada –una de las primeras de la ciudad de la luz– y luego como editorial. Y es precisamente en esta segunda vertiente en la que dejaron duradera huella cuyo eco sigue presente, más de cuatro décadas después, en todo el tejido editorial francés. Una historia que recoge este La verdadera historia de Futurópolis narrada por una testigo de excepción, la propia Florence Cestac quien ejerce como guionista y dibujante de la obra.
Pero ¿En qué consistió esta pequeña revolución? En pocas palabras podríamos decir que gracias a Futuropolis el comic llegó a su mayoría de edad en Francia. A un estatus donde empezó a ser considerado como un género mayor no solamente enfocado al lector más joven. Y todo coincidiendo con un boom de autores que pasarían a ser considerados como maestros de la BD de todos los tiempos y que dieron sus primeros pasos en dicha editorial. Del mismo modo el comic pasaba a ser considerado tanto por su continente como por su contenido. Las ediciones de este sello se publicarían con unos cañones de calidad y cuidado que la industria no había contemplado para la historieta. Y, afortunadamente, el público respondió.

Un relato ameno y terriblemente personal
Y lo que podría ser un relato aburrido o simplemente abrumador para el lector por la cantidad de información contenida en el mismo –no olvidemos que se abarcan más de dos décadas y cientos de álbumes editados– se sintetiza en una obra realmente entretenida. Algo que en gran parte es debido a la narración en primera persona, y rompiendo constantemente la cuarta pared, elegida por Florence Cestac para vertebrar su álbum. El lector tiene la sensación de asistir más a una charla informal entre amigos que a una simple exposición de datos. La autora encuentra ese equilibrio, casi perfecto, entre forma y fondo que convierte en cercano y casi intimo el relato de la historia de futuropolis. Algo que se ve, a veces enturbiado, por el estilo gráfico de la autora.
Y es que el dibujo La verdadera historia de Futurópolis es quizás el punto más flojo de la obra. Porque si bien el estilo de Florence Cestac no ha variado prácticamente desde los años setenta/ochenta –momento en el que publico la notable Harry Mickson– no acaba de cuadrar con la historia que nos narra. Sus narizones, muy similares a los de Cels Piñol se antojan quizás demasiado sintéticos y simples en algunos momentos. En otros se hace casi indistinguible saber quien es quien en las viñetas múltiples debido al parecido excesivo de todos los personajes. Y con esto no quiero decir que el trazo abigarrado y nervioso de Cestac sea malo, ni mucho menos. Solo que se podría haber delegado la tarea en un artista con otro tipo de estilo para hacer más sencilla la lectura de la obra.

Una testigo excepcional para un momento único
Aun con todo, estamos ante una obra que pone negro sobre blanco una etapa histórica de la BD del siglo pasado. Y que lo hace con una testigo excepcional que estuvo en el epicentro de aquella revolución del noveno arte. La narrativa es realmente inmersiva y el lector que sepa algo de comic francobelga se deleitara ante las decenas –y me quedo corto– de anécdotas relatadas por Cestac. Sin Futuropolis el mercado del noveno arte europeo no sería lo que es hoy día y esta obra es una cápsula del tiempo que leer y conservar en la biblioteca por su valor histórico y artístico.
Este La verdadera historia de Futurópolis es una obra que está dirigida a un lector muy concreto. Algo que ya estaba en el propio ADN de la editorial en su día. Un trabajo válido por su propio valor artístico, certero en su aproximación al ensayo del propio medio, radiografía de toda una época. También la reivindicación de una época en la que el noveno arte tenía mucho que demostrar y en la que gracias a pioneros como los miembros de su staff, lo hizo. ¿Qué más podemos pedir a una obra de tan solo 104 páginas? A mí no se me ocurre nada en absoluto.

Sobre la edición de La verdadera historia de Futurópolis
Dolmen Editorial publica La verdadera historia de FUTURÓPOLIS en un tomo de tapa dura sin sobrecubiertas. En el interior papel y reproducción gráfica de máxima calidad. Como extras una introducción de Jean-Luc Cochet y una galería de portadas de obras de Florence Cestac editadas por la propia editorial Futurópolis.

La verdadera historia de FUTURÓPOLIS
Edita: Dolmen editorial
Autor/es: Florence Cestac
Formato: Tapa dura
Tamaño: 18X24 cm.
Páginas: 104 páginas. B/N
ISBN: 978-84-18510-85-4
Precio: 18,00 €
La verdadera historia de FUTURÓPOLIS
NUESTRA NOTA - 70%
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Interesante
Un trabajo válido por su propio valor artístico, certero en su aproximación al ensayo del propio medio, radiografía de toda una época. También la reivindicación de una época en la que el noveno arte tenía mucho que demostrar y en la que gracias a pioneros como los miembros de su staff, lo hizo. merece la pena darle una oportunidad si amas la BD.