M.O.D.O.K. Capítulo 4 – Análisis

Nuevamente en La Comicteca, M.O.D.O.K. Capítulo 4. Una vez más de la mano de Disney+. Donde en esta ocasión veremos a nuestro particular protagonista hacer equipo con unos curiosos villanos que están acostumbrados a perder.

M.O.D.O.K. intentando emplear su tiempo libre.

Teniendo libre su fin de semana M.O.D.O.K. toma la decisión de emplearlo de la mejor manera posible. Bebiendo alcohol. Ahogando su soledad de dicha manera con personajes de su talla. De ahí que vaya a La Guarida del Soho. Un lugar donde podemos ver a Kang llegando a la puerta de dicho sitio o a otros supervillanos tan conocidos como El Líder, Mr. Siniestro o Madame Máscara. Los cuales se burlan de él diciéndole que no tiene categoría para estar en ese lugar con ellos. Con lo que aparece un desafío para conseguir codearse con ellos. Conseguir ni más ni menos que el escudo del mismísimo Capitán América. Y aquí es donde empieza el lío.

Nuestro protagonista acaba ni más menos que en un sitio que ya se ha vuelto emblemático en los cómics Marvel. Uno donde se reúnen los villanos de segunda y tercera categoría. Los que muerden el polvo continuamente y que ahogan sus penas ahí. Donde hay dos reglas específicas para ellos. No hacer preguntas y no provocar peleas. Dicho sitio es… El Bar Sin Nombre. Un lugar que tendríamos que remontarnos ni más ni menos que al año 1986. Creado por Mark Gruenwald y Paul Neary. Concretamente en el número 318 de la colección del Capitán América. Así que podríamos hablar de cierto homenaje al ser presentado dicho Bar en la serie y que el detonante haya sido de rebote dicho superhéroe.

Formando un equipo de perdedores con traumas.

De ahí que nuestro particular cabezón con silla voladora vea en los clientes de dicho Bar la oportunidad perfecta para conseguir el escudo del Capitán América. Aunque algunos de ellos caigan en el camino. Viendo de camarero al Orbe (ese personaje que tiene un enorme globo ocular como cabeza) nos encontramos con el equipo que quiere manipular. Formado por Armadillo, Bolo, Maciza, Fundidor y Angar (e incluso una fugaz aparición de Torbellino que es la que propicia el interés de M.O.D.O.K..

Todo ello con la comedia que estamos acostumbrados y diálogos que ya vienen siendo marca de la serie. Distintos caracteres con sus traumas. A Armadillo le ha dejado su mujer, Angar y su extinta banda musical o Maciza y ver que sus trofeos del Instituto le fueron quitados por sus habilidades mutantes. Así que la empatía de M.O.D.O.K. hace acto de presencia dentro del interés que le empuja. Eso sí mención especial al dueño de una tienda de venta de segunda mano que da momentos gloriosos.

El asalto que se queda en nada.

Mientras que la mujer de M.O.D.O.K. acaba hablando, bebiendo e intercambiando experiencias con un personaje femenino que trabaja en la actual empresa tecnológica que le pone las cosas difíciles a su exmarido. En parte para sacar información, todo sea dicho. Veremos si todo esto no acaba siendo perjudicial para el antes dueño de I.M.A. El grupo se ha dado cuenta de las intenciones de M.O.D.O.K. Ya que él acaba desvelando cuál era su verdadero plan.

En un principio les dijo que era por dinero, ocultando que el asalto a la Torres de los Vengadores era simple y llanamente por su interés. Acabamos viendo un capítulo en parte enternecedor, de esos que dan más aristas a los personajes. Con su fragilidad y viendo que al fin y al cabo tienen los problemas que cualquiera puede tener. Y ojo, porque volvemos a ver al M.O.D.O.K. del pasado consiguiendo que cierto androide sentiente pueda estar de su lado. Con lo que el tema se complicaría de cara a futuros episodios.