Hablamos de Siempre Vengadores, recién reeditado por Panini Comics. Una obra inolvidable donde Kurt Busiek y el recordado Carlos Pacheco realizan un blockbuster que no da respiro al lector.

Sin Carlos Pacheco no habría habido historia.
Es más o menos lo que podemos leer en algunos de los artículos que vemos en el tomo de Siempre Vengadores. Pacheco (al cual siempre lo echaremos de menos) puso como condición -después de finalizar su etapa en la Patrulla-X- el hacer una historia con Kurt Buskiek sobre Los Vengadores. Su grupo favorito. De ahí que hubo cosas que fueron apareciendo sobre lo que podría ser la trama y por donde iría lo que finalmente acabamos leyendo. Con momentos de improvisación, pero que tuvo un resultado notable y con el dibujante español en un estado de gracia en cuanto al dibujo se refiere. Todo ello apoyado también por las tintas de Jesús Merino, que resultó un tándem de lo más efectivo.
Así que tenemos una historia algo liosa en algunos momentos y que posiblemente los fans del grupo la pudiese disfrutar más que uno que no fuese. Sobre todo por los guiños y las historias que se pudieron leer en la colección años antes, rememorando hechos vitales y que más de uno pudiese perder algo de información por no ser seguidor. Quitando eso en concreto, el disfrute está fuera de toda duda en cada una de sus páginas. Sea por el guión de Kurt Busiek –experto en ofrecer historias de sabor clásico– o el sobresaliente dibujo de Carlos Pacheco. Lo cual ha llevado a ser una historia muy bien valorada cuando se hace mención a las que pueden ser las mejores de este supergrupo.

Doce números que pudieron ser trece, pero no llegó el caso.
Algo excelente de esta edición es la información que se pueden ver en algunos de los artículos que nos ofrecen. Sobre todo el que viene de la mano de su guionista, Kurt Busiek. Siendo como un “detrás de las cámaras” en cuanto a la realización de estos doce números. Con un decimotercero que no se llegó a hacer porque fueron “sobrados” con esa docena. Imprescindible para aumentar lo que serían las curiosidades de una obra que se ha convertido por derecho propio en una de las más importantes y recordadas de Los Vengadores. Solo tenemos al Capitán América en cuanto a ese triunvirato que forma junto a Iron Man y Thor. Pero sí acabas viendo el sentido a como ese grupo formado por Vengadores de distintos momentos temporales acaban siendo una familia con sus más y sus menos.
Tienen que evitar la muerte de Rick Jones, perseguido por Inmmortus y al mismo tiempo aliarse con su versión previa, el cual es ni más ni menos que Kang el Conquistador. Tan de moda ahora con la serie televisiva de Loki y la película de Ant-Man y la Avispa: Quantumanía. Janet y Hank Pym en su versión de Hombre Gigante acaban viniendo de la misma realidad. Mientras que tenemos también a Chaqueta Amarilla –con sus ya conocidos y polémicos problemas psicológicos-, Pájaro Cantor, Capitán Marvel –más concretamente el hijo del que todos recordamos-, Ojo de Halcón y finalmente un Steve Rogers blandiendo su escudo, pero con bastantes dudas existenciales.

Acción, traiciones, revelaciones varias y sobre todo Vengadores. Muchísimos Vengadores.
Si he utilizado la palabras “Blockbuster” es porque en esta aventura acabamos teniendo de todo. Algunos números pueden ser algo pausados (hablamos de ni más ni menos que un total de doce, como he comentado), pero sería difícil hacer ese “recorte” que a veces solemos decir que se podría hacer en determinadas películas de una duración excesiva. Al final Busiek va casando todo como si todas las piezas mostradas tuvieran su sentido (que lo tienen, todo sea dicho). Incluso acertando en cuanto a explicar algunos momentos que ciertos autores pudieron meter la pata. Caso de John Byrne en Los Nuevos Vengadores. Todo ello en un corre, corre, que te pillo. Donde el sidekick más famoso del Universo Marvel acaba convirtiéndose de nuevo en un elemento vital. Tal y como ocurrió en la Guerra Kree-Skull.
Pero como ha ocurrido en alguna que otra ocasión, la historia es también una forma de darle más empaque al villano. Uno que responde ante los Guardianes del Tiempo. Su nombre es Inmmortus, pero al mismo tiempo es Kang. Quien ha visto que escapar de su futuro es algo que no podrá solucionar. Convirtiéndose en quien no quiere. Pero ahí está otra de las cosas atractivas de este tomo. Aumentar el interés de este personaje, contando más cosas de su origen y también dejando de la incógnita de si el tiempo se puede cambiar de alguna manera para su interés. Con un clímax final para quitarse el sombrero, donde Carlos Pacheco demostró que era uno de los grandes y que su manera de narrar acaba capturando al lector a la hora de mostrar lo que Kurt Busiek quería contar.

Sobre la edición de Siempre Vengadores
Panini cómics edita Siempre Vengadores en un tomo de tapa dura sin sobrecubiertas. En el interior papel y reproducción gráfica de máxima calidad. Como extras se incluye prólogo de David Hernández Ortega. Artículo de Kurt Busiek titulado “A modo de introducción”. Portadas originales. Otras alternativas de diferentes autores. Portadas del recopilatorio a cargo de Carlos Pacheco. Ficha de los autores. Sección de extras: tras las cámaras, cronología, lecturas complementarias y notas.

Siempre Vengadores
Edita: Panini cómics
Editorial Original: Marvel Comics
Autor/es: Kurt Busiek, Carlos Pacheco
Fecha de lanzamiento: 12 ene 2023
Páginas: 312 pags.
Tamaño: 17×26 cm.
Contiene: Avengers Forever 1-12
Formato: Tapa Dura
Interior: Color
ISBN: 9788411018852
Precio: 24,00 €
Siempre Vengadores
NUESTRA NOTA - 85%
85%
IMPRESCINDIBLE
Kurt Busiek y Carlos Pacheco en estado de gracia a la hora de contar las aventuras de una formación de Vengadores inusual y curiosa. Donde los viajes temporales y la lucha por la vida de Rick Jones, y por extensión de la humanidad, acaba por convertirse en un Blockbuster cinematográfico de doce números.

Algunos devoran almas, otros hamburguesas, a mí me dio por los cómics a tierna edad y ahí sigo.
Igual leyendo a un hombre trepar paredes, blandir un martillo mágico, o ser un maestro del disfraz en una agencia secreta, lo que acababa en mis manos ahí iban mis ojos.