Dolmen editorial publica Terry y los piratas (1937-1938). Cuarto volumen de la edición cronológica de esta legendaria colección de tiras de prensa a cargo del mítico historietista Milton Canniff

Terry y Los piratas, la creación maestra de Milton Caniif
Antes de hablar de este TERRY Y LOS PIRATAS (1937-1938) hagamos un poco de retrospectiva. La tira diaria de Terry y los piratas fue creada por Milton Caniff en octubre de 1934 momento en el que se inició su publicación. Las planchas dominicales harían lo propio en diciembre de aquel mismo año. En un principio tenían tramas separadas hasta que, en agosto de 1936, el autor las fusionaría en una sola línea temporal. El personaje protagonista es Terry Lee, un joven pre adolescente que en su primera aventura intenta encontrar una mina de oro en China. Junto a él, siempre su amigo y mentor Pat Ryan y el guía local chino George Webster «Connie» Confucius. Un personaje hijo de su época y cuya representación y forma de hablar corresponde a los estereotipos raciales de la época.
El marco temporal de las aventuras de los personajes es contemporáneo a su publicación. Motivo por el que las historias se verán permeadas constantemente por los acontecimientos reales que sucedieron en un período tan azaroso de la humanidad. Esto se empezó a vislumbrar, precisamente, en las aventuras de este tomo, perteneciente a los años 1937-1938. Y es que en julio de 1937 comenzó la segunda guerra sino-japonesa. Un conflicto cuyos ecos empiezan a mostrarse en las tramas de una forma sutil, casi como si se trataran de un ruido de fondo. Algo que llevó a que solo se identifique a los japoneses a lo largo del volumen como los «invasores». Esto, posteriormente, subiría en intensidad en tomos posteriores.

Aventuras de primer orden siguiendo la actualidad
Así que nos encontramos con nuestros protagonistas recién salidos del juicio a Pat Ryan que vimos en el anterior tomo. Un volumen en el que también asistimos a la primera aparición de un personaje que sería esencial para la serie, Big Stoop. Un gigante bonachón de 2 metros y 7 centímetros que acompañará a los personajes en sus aventuras de ahora en adelante. Y así sin mayor remisión nuestros protagonistas tendrán que enfrentarse a un antiguo enemigo que está cometiendo actos de piratería en el puerto de la ciudad. Un caso cuya resolución, además de separar a los personajes, los llevará al interior de China. Ahí empezarán a ver de primera mano los efectos de la incipiente guerra que está empezando a gestarse en el territorio chino teniéndose que enfrentar al bandido chino Klang.
Este enfrentamiento contra Klang permite a Caniff darle mayor protagonismo a los dos principales personajes femeninos del tebeo. Por un lado la rubia Burma, cuyas apariciones son acompañadas con la canción el Blues de St Louis. Por el otro la antigua enemiga de Terry y sus amigos: Dragon Lady. Ambas demostrando un antagonismo recíproco que dota de una notable profundidad a estos caracteres femeninos. Y que en el caso de Dragon Lady es muy sutil e inteligente al dejar en el aire cuáles son sus verdaderas intenciones haciendo dudar al lector de sí su recién nacido nacionalismo es impostado o fruto de su villanía.

Milton Caniff, dando una leccio de autentico maestro
Después de esta aventura nuestros héroes se reencuentran en una ciudad china sitiada por el «invasor«, donde se ven atrapados en los tejemanejes de Hunter Yurk. Un occidental que hace tratos con ambos bandos y que intenta aprovechar la oportunidad que se le presenta con la presencia de la joven Nastalthia Smythe-Heatherstone –Un personaje tan odioso y repelente que se gana el apodo de Chinche a pulso– para intentar desplumar al padre de esta. Personaje cuya gratitud y atenciones depararán el escenario de la aventura que finaliza este tomo. Un enfrentamiento entre Burma, haciéndose pasar por la hermana de Terry para evitar caer presa por las autoridades hongkonesas, y el ama de llaves de Reginald Smythe-Heatherstone. A la sazón hermana de su difunta esposa y que está dispuesta a todo para poder casarse y acceder a la fortuna de este.
Como vemos en este tomo TERRY Y LOS PIRATAS (1937-1938) la pericia narrativa de Caniff le permite enlazar una situación tras otra con un ritmo y una fluidez espectacular. Todo ello enmarcado además en un continuo crecimiento de los personajes que evolucionan a ojos vista. Y que los dota de matices que acrecientan el interés de lector por ellos de modo irremediable. En el aspecto artístico, cabe enfatizar el prodigio que supone la integración de las tiras diarias y las páginas dominicales en la misma historia sin que hubiera que leerlas juntas. Dinámica que funcionan a la perfección por separado y el autor logra que ambas sean complementarias. Destacar el talento de Milton Caniff como dibujante, en el aspecto documental y de ambientación, como por su oficio como narrador, donde los encuadres, su uso del blanco y negro y del ritmo son una clase magistral por parte del autor.

Sobre la edición de TERRY Y LOS PIRATAS (1937-1938)
En definitiva, TERRY Y LOS PIRATAS (1937-1938) es una obra maestra del cómic que Dolmen nos presenta en un formato apaisado de tres tiras por página. Formato que al incluir las planchas dominicales en color se antoja perfecto en su tamaño y que tiene como extras una introducción de Rafael Marín y un breve artículo sobre el método de trabajo utilizado por la editorial para la edición de las diversas publicaciones de prensa que están llevando a cabo.

TERRY Y LOS PIRATAS (1937-1938) – TAMBORES DE GUERRA – TAMBORES DE GUERRA
Edita: Dolmen Editorial
Autor: Milton Caniff
Formato: Tapa dura
Tamaño: 28X21,5.
Número de páginas: 176 páginas. Color.
ISBN: 978-84-17956-61-5
Precio: 29,90 €
TERRY Y LOS PIRATAS (1937-1938) - TAMBORES DE GUERRA
NUESTRA NOTA - 81%
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¡Imprescindible!
Milton Caniff en una de las épocas más dulces creativamente para la colección. Un tomo repleto de aventuras, exotismo y magia que trasciende la nostalgia. Una auténtica delicia.