Hablamos de Todavía estoy vivo, una visión a la vida de Roberto Saviano a manos de Asaf Hanuka. Un relato apasionante de un personaje único.

Roberto Saviano, una vida al límite
Años de hablar de este Todavía estoy vivo, un poco de contexto. La figura de Roberto Saviano no necesita mucha presentación. Es el escritor de Gomorra, un best seller que vendió millones de ejemplares en todo el mundo. Y que generó a su vez una adaptación cinematográfica e inspiró una serie de televisión. En él describió los sistemas de la Camorra napolitana, desde la lujosa y estrafalaria vida de los capos -algunos de ellos tan horteras como para basar sus mansiones en la película El Precio del Poder– hasta la temeraria e inconsciente vida de los jóvenes que se unen a los clanes mafiosos. Chavales con una única expectativa: ganar poder y conseguir dinero fácil.
Su descripción de este submundo criminal y un posterior enfrentamiento público con los capos casalesi en una presentación del libro en Casal di Principe hizo que su vida pasara a ser objetivo de la Camorra. Una situación que motivó que justo un mes después del incidente la Policía tuviera que ponerle una escolta personal. Una medida que en un principio iba a durar dos semanas y que lleva ya prolongándose 15 años. Ahora, después de una demora de cuatro años de espera debido a la peculiar situación del escritor, Saviano cuenta en primera persona la historia de su resistencia. Una lucha que como dice el autor, tiene una sola regla: «no es cierto que de la batalla o vuelves vivo o vuelves; en caso de que vuelvas, volverás herido. Lo que estáis a punto de leer es mi herida«.

Todavía estoy vivo… y esta es mis historia
Una vez presentados los hechos hablemos del tebeo. Este se centra en la figura de Roberto Saviano, en sus sentimientos, sus miedos, sus pérdidas y sus recuerdos. Así utilizando deliberadamente una forma no lineal de contar su propia biografía, con buscadas y abundantes digresiones que amplían el campo de acción de esta, nos va mostrando su intimidad de manera directa y descarnada, en una mezcla muy lograda entre el reportaje, la memoria y la biografía. Con un estilo quizás demasiado literario para un cómic -se nota un poco que aún no domina del todo los mecanismos de la narrativa gráfica- nos abre de par en par su alma en una suerte de confesión donde el único objetivo y la única victoria posible es la supervivencia: la suya propia y la de sus palabras.
Para ello utiliza diversos artificios narrativos que van urdiendo el relato. Estos van desde flashbacks de su infancia, la crónica de sucesos, las repercusiones de su exilio en sus familiares, hasta sus recuerdos del incidente que provocó su situación o una suerte de entrevista -cuyo interlocutor es el propio dibujante Asaf Hanuka- donde va narrando los diversos planes frustrados de atentado que ha sufrido a lo largo de este periodo. Una manera de contar su historia que consigue que el lector comprenda, no sólo la dureza del exilio físico si no también lo duro que resulta su exilio íntimo -desde los pequeños momentos cotidianos como dar un paseo o volver a por las llaves de casa hasta la imposibilidad del amar- y empatice con el extraordinario peso que ha tenido que afrontar por la decisión de contar la verdad.

Un estilo graficó único
En el aspecto gráfico la labor de Asaf Hanuka intenta dar personalidad propia a un guión muy expositivo y excesivamente deudor del texto no consiguiéndolo del todo. Aún así su estilo realista es muy idóneo para la crudeza de la historia ya que acentua la sensación de reportaje periodístico de esta. También consigue las menos de las veces dar vuelo a los sentimientos del autor saliéndose del encorsetamiento del guión y de la rigidez de su dibujo justo para enfatizar los momentos más sensibles del tebeo. Un trabajo notable pero irregular que donde más destaca es en su uso del color como un método expresivo más.
Así juega con la paleta de colores para subrayar lo que está narrando con decisiones convencionales, pero efectivas: los flashbacks se vuelven grises y ocres, los momentos tensos y los pasionales son rojos y cálidos, abandona el bitono en los momentos felices y en los sueños para resaltar mediante el contraste la esperanza del autor. En definitiva, una obra que pese a algunos defectos bastante tolerables por la inexperiencia de Saviano se antoja necesaria por el valor mismo de su testimonio y sobre todo por lo que significa para sus enemigos el gran fracaso de que tanto sus palabras y su persona todavía estén vivos.

Sobre la edición de Todavía estoy vivo
Reservoir Books publica Todavía estoy vivo en un volumen de tapa blanda con solapas. En el interior papel y reproducción gráfica de máxima calidad.

Todavía estoy vivo
Edita: Reservoir Books
Autores: Asaf Hanuka, Roberto Saviano
Formato: Tapa blanda con solapas
Tamaño: 239 x 169 mm.
Páginas: 152
ISBN: 9788416709267
Precio: 19,90 €
Todavía estoy vivo
NUESTRA NOTA - 75%
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La primera novela gráfica escrita por Roberto Saviano además de ser un acontecimiento literario de primer orden es además una interesante muestra de memoria periodística que nos permite asomarnos directamente a la ventana de su alma