En la Comicteca os traemos la reseña de Lobezno #8 y 9. Una vez acabado el cruce de X-de espadas entramos de lleno a través de Panini Comics con una historia que nos retrotrae en cierta manera a los tiempos del proyecto Arma-X y más concretamente del personaje de Maverick.

Recordando al Equipo-X – Lobezno #8

Una vez finalizada la participación de la colección de Lobezno en la saga X-de Espadas teníamos que volver a sus historias habituales. Y en esta ocasión toca una donde Arma-X y más concretamente el personaje de Maverick va a ser el centro de todo el desarrollo. Al menos de estos dos números y del siguiente, si no se alarga aún más el tema. Así que después de una conversación con Jeff Bannister donde hablan sobre la guerra, la muerte y los recuerdos. Y si de algo puede hablar Logan es sobre ellos y su ausencia. Recordemos que durante años el personajes y los implantes de su pasado era algo innato en él.

De ahí que Lobezno acabe recordando alguna incursión que tuvo con el Equipo-X. Formado por Dientes de Sable, Maverick y él mismo. Con todo lo que tuvieron que lidiar y asumir. Así que unos mercenarios acaban siendo el siguiente objetivo para el mutante de garras de Adammantium. Los cuales cometen una masacre por un objetivo que él tiene que descubrir. Con el nombre de Maverick saliendo en escena y acabando en el punto de mira de Logan. Un capítulo algo insulso en líneas generales que hace que de momento la colección tenga esos altibajos de interés en la etapa del guionista Benjamin Percy. Nuevamente con Adam Kubert en los lápices.

Recordando viejos tiempos.

Sin embargo, el interés aumenta en las páginas finales. Con un caramelito nostálgico como es el de Logan y su alter ego de Parche. Algo que utiliza a veces cuando está en Madripur y que se pudo ver al inicio del primer volumen de su colección allá en los lejanos años ochenta. Una identidad curiosa cuanto menos, ya que su «disfraz» para que no lo reconocieran era simplemente ponerse un parche en el ojo izquierdo y alisarse en cierta manera las puntas de su característico pelo. Algo así a como la gente no reconocía que Superman era Clark Kent por unas míseras gafas, por ejemplo.

Pero como digo se ha convertido en algo ya recordado y casi entrañable que suelen recuperar los guionistas cuando se acuerdan de ello. Con lo que se adentra buscando respuestas en una sala custodiada por dos guardaespaldas. Sin saber lo que se encontrará realmente ahí. Acabando el episodio con el interés por parte del lector y del propio Logan. Con Maverick de por medio y la trama que se va desarrollando.

EXTRAS DE ESTE NÚMERO: MARVELMANIA (CORREO DE LOS LECTORES) Y SPOT ON A CARGO DE JULIÁN M. CLEMENTE.

Tiempo de subasta – Lobezno #9

Recuerda sus tiempos con el Equipo-X. Así como fueron manipulados y utilizados. Siendo el borrado de memoria una de las cosas positivas (no para ellos) que tenían sobre dicho equipo. Ya que podían no recordar la serie de acciones imperdonables que iban cometiendo en sus misiones. Algo de lo que tanto él como Maverick (caso aparte podría ser el de Dientes de Sable que disfrutaba con ello) querían alejarse. Así que Logan acaba en esa sala ubicada en Madripur donde distintos villanos de renombre o grupos criminales hacen acto de presencia. Tales como Kingpin, por citar a uno. Comienza una Subasta con un personaje delgado y con sombrero que hace de maestro de ceremonias. Ofreciendo objetos tan curiosos como un diente de veneno de la Viuda Negra, un Deslizador del Duende Verde o la Capucha del Capitán América cuando acabó congelado a finales de la segunda guerra mundial entre otros.

Una curiosidades que para los fans siempre son un buen reclamo, como cuando en aquella miniserie dibujada por George Pérez de El Maestro, disfrutamos viendo su sala de trofeos con innumerables cosillas relacionadas con héroes y villanos que había ido derrotando. Pero para Lobezno el objeto más extraño y que le hace rabiar es… ¡su propia mano con las garras extendidas!. Sin saber realmente como han conseguido dicho «objeto» para su posterior subasta. Pero no contentos con eso, es el propio Maverick quien aparece también como una pieza más para subastar. Con una puja de veinte millones que va subiendo de precio por los subastadores. Si en el anterior número comentaba sobre los altibajos, aquí tenemos el de subida.

Compañeros de armas hasta el final.

Después de que quien lleva la subasta descubre la presencia de Logan, se sucede su inmovilización por medio de un lazo magnético. Con lo que nuevamente un flashback nos hace ver que la frase de «Hoy es una victoria sobre el tú de ayer» que le dedica Maverick se convertirá en el detonante de la liberación de su estado actual gracias a Lobezno. Así que ambos héroes acaban cogiendo y apuntando con su arma (Maverick) al delgaducho de sombrero que iba a subastar al ex-compañero de Logan. Todo para un final de número que hace que elocubremos sobre como saldrán de todo esto.

El tema se pone interesante desde el punto de vista de ver como ese miembro del Equipo-X ha acabado en ese punto y como acabará ayudando a Lobezno en su actual misión. Así de como será la resolución de su problema actual con tanto mafioso que ha estado pujando por los objetos antes mencionados. Buen hacer en este punto por parte de Benjamin Percy y de Adam Kubert en algunas de las planchas ofrecidas.

EXTRAS DE ESTE NÚMERO: MARVELMANIA (CORREO DE LOS LECTORES) Y SPOT ON A CARGO DE JULIÁN M. CLEMENTE.

Lobezno 8
Edita: Panini comics
Autor/es: Adam Kubert, Viktor Bogdanovic, Benjamin Percy
Páginas: 40
Tamaño: 16,8×25,8
Contiene: Wolverine 8
Formato: Grapas
Interior: Color
ISSN: 977000544600400108
Precio: 4,20 €

Lobezno 9
Edita: Panini comics
Editorial Original: Marvel Comics
Autor/es: Adam Kubert, Benjamin Percy
Páginas: 32
Tamaño: 16,8×25,8
Contiene: Wolverine 9 y material de Marvel’s Voices
Formato: Grapas
Interior: Color
ISSN: 977000544600400109
Precio: 3,50 €

Néstor Gascón

Algunos devoran almas, otros hamburguesas, a mí me dio por los cómics a tierna edad y ahí sigo.

Igual leyendo a un hombre trepar paredes, blandir un martillo mágico, o ser un maestro del disfraz en una agencia secreta, lo que acababa en mis manos ahí iban mis ojos.